Policía
Mazazos de madrugada por la «fiebre smartphone»
Cinco individuos asaltaron una tienda de telefonía en la calle Toledo
MADRID- Puede que éste haya sido el peor año en cuanto a robos, atracos, alunizajes y butrones en los establecimientos de telefonía móvil. La moda de los «smartphones» está haciendo estragos, todo el mundo quiere uno pero no todos pueden permitirse pagar su precio en el mercado. De ahí la oleada de robos que han sufrido durante los últimos meses porque, como siempre ocurre, aumentan los robos de los productos más fáciles de colocar en el mercado negro y, según fuentes policiales, un móvil se puede vender en apenas unas horas. Dinero fácil para el «caco» y riesgo mínimo, ya que los ladrones que han sido pillados in fraganti practicando un robo con fuerza de este tipo suelen estar preparando otro 72 horas después de ser detenidos y puestos a disposición judicial.
La Policía desconoce si los individuos que asaltaron ayer el local de The Phone House de la calle Toledo, a la altura del número 34, son expertos o se están iniciando en el robo, pero todo hace pensar que no era la primera vez que actuaban dados los buenos resultados de su «hazaña». La llamada a la Policía entró sobre las 4:45 horas de la madrugada de ayer. Cuando la patrulla policial se presentó en la dirección aportada, sólo pudieron comprobar el gran boquete que había en la luna del establecimiento. Los jóvenes, al menos cinco, según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, había reventado el cristal con mazas. El hueco era lo suficientemente grande para que alguno de los delincuentes más menudos se introdujera por el mismo para acceder al interior y, una vez allí, reventar las vitrinas y arrancar de los expositores los aparatos electrónicos colocados. Los meten en una gran bolsa –incluso en papeleras sacadas del mobiliario urbano– y salen con el botín. En apenas unos minutos, ya está el trabajo hecho. Los cinco «cacos», según Jefatura, huyeron ayer en un Ford Mondeo.
Aunque se desconoce la cuantía de los productos robados, la Policía sospecha que los móviles ya están en manos de otras personas. Fuentes policiales aseguran que estas bandas actúan por encargo para otras organizaciones criminales que colocan los terminales en otros países. Y es que, según las mismas fuentes, un móvil robado no puede operar en todo el territorio nacional. Explican que cada terminal lleva un código que queda inoperativo al darlo de baja la empresa en todas las compañías que operan en el país.
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