Todo son incógnitas por Julián García Candau

La duda no ofende. En el caso del fútbol se magnífica. Es el único gran espectáculo, y con entradas caras, en el que el espectador no tiene derecho a conocer el elenco, los protagonistas de la obra. En los toros, por ejemplo, existe la devolución de la entrada si no se mantiene el cartel anunciado. Se juega mañana el Barça-Madrid, equipos que poseen algunos de los mejores jugadores del mundo, y no sabemos quiénes van a estar en el césped. Todo se justifica con pronosticar a ciegas sobre las ideas de los entrenadores.
En el caso del Barça, la incógnita está justificada porque Piqué está lesionado y no parece que vaya a encontrarse en condiciones de jugar. Su recuperación no se cree que le permita disputar el partido. Hay quienes piensan que lo hará sometido a una infiltración que mitigue el dolor en la zona afectada y pueda cumplir el trámite lo mejor posible. Este tipo de soluciones, que se dan con frecuencia, no son la política más adecuada. Lo que hoy está al cabo de una semana puede convertirse en problema para un mes. De Vilanova no sabemos si continuará creyendo en Cesc y si junto a Messi estarán Villa, Alexis, Pedro o Tello. De Mourinho tampoco se tiene certeza sobre el modo en que planteará el partido. Hay quienes se inclinan por creer que en el centro del campo con Xabi Alonso jugarán Khedira y Essien. Músculo para detener a Xavi e Iniesta. Todo un sinvivir.
Posdata. Josu Urrutia, presidente del Athletic, no sabe y no contesta.