San Francisco
El riesgo de ser científico e israelí
Eytan Levy, que fue agredido en la Universidad Autónoma de Madrid, revolucionó la tecnología para potabilizar el agua residual. Espera aplicarlo algún día en Gaza
Cuando Eytan Levy aceptó dar una charla sobre su experiencia en la puesta en marcha de empresas de energías sostenibles en Madrid, no le importó perderse una fiesta en San Francisco, California, donde su compañía recibía un premio por su revolucionaria tecnología para potabilizar el agua residual a partir de un tratamiento biológico. Levy pensó que venir al Parque Científico de la Universidad Autónoma madrileña merecía la pena. Había una buena causa: convencer a los colegas tecnólogos españoles a lanzarse al mundo empresarial para difundir y rentabilizar sus ideas. Lo que no se le pasó por la mente es que nunca daría la charla, que la Policía acabaría sacándolo en volandas del auditorio y que terminaría bruscamente su viaje con una pedrada en la cabeza dentro del vehículo policial. Todo por el simple hecho de ser israelí.Ya de vuelta en Israel, Eytan Levy recuerda su pesadilla del pasado martes: «Cuando llegué a la universidad estaba todo tomado por la Policía, que me informó de que había organizada una manifestación antiisraelí. Trasladaron la charla a otro lugar, pero nos siguieron. Eran alrededor de un centenar de manifestantes que ondeaban banderas palestinas y gritaban "Palestina libre, Israel asesinos". Hasta ese momento era una manifestación legítima, pero los gritos iban a más».A sus 46 años, Eytan Levy es un empresario de éxito, gracias a que ha sabido rentabilizar un par de tecnologías que ha patentado para obtener energía verde. Formado en Ingeniería Química por el Instituto Israelí de Tecnología y con un MBA en Marketing Internacional por la Universidad israelí de Bar-Ilan, puede presumir de ser el padre de dos inventos: un tratamiento biológico para potabilizar el agua de desecho, que ha exportado a todo el mundo, y otro para producir energía verde a partir de una bacteria. Con sus descubrimientos montó dos empresas, Aqwise, en el año 2000, que da empleo a unas 40 personas, y Emefcy, en 2007, en la que trabajan 10 empleados. Las dos tecnologías desarrolladas por Levy son pioneras en el mundo.Su buena experiencia con estas dos iniciativas empresariales era lo que pensaba aportar a los potenciales emprendedores españoles, para que se animaran a montar su propia «start-up», pero ante el hecho de que los gritos de los propalestinos no cesaban, la Universidad Autónoma decidió cancelar el encuentro: «Nos evacuaron a los cinco israelíes que íbamos a participar en vehículos de la Policía Municipal, pero los manifestantes los rodearon. El coche en el que yo me encontraba no pudo arrancar e intentaban forzar las puertas. Rompieron los cristales con piedras y una de ellas me dio en la cabeza».Era la primera vez que un empresario como Levy se enfrentaba a un incidente tan desafortunado que él nunca se hubiera esperado en «un país de la Europa Occidental». No era la primera vez que visitaba España. Por negocios ha viajado al menos media docena de veces. Pese a la agresión sufrida, «me gusta».
Sin denunciaSu vía crucis en suelo madrileño duró 20 minutos y reconoce que llegó a sentirse «indefenso». Tras romper las lunas del vehículo, los manifestantes seguían tirando piedras y objetos. «El nivel de violencia crecía y la Policía no tenía ningún control sobre ellos; sólo les pedían que pararan, "por favor"(lo dice en español), pero el ruego no fue eficaz, estaba claro, quizá hubieran tenido que disuadirlos con otros medios, como detener a alguien o lanzar algún disparo al aire».Después de un cuarto de hora de insultos, piedras y zarandeos, llegaron los refuerzos policiales, «otros diez» hombres, que consiguieron alejar a los manifestantes de los vehículos. Ya en comisaría fue atendido por una ambulancia de la pedrada recibida en la cabeza. «Fue un golpe fuerte, pero no sangré».Le dijeron si quería denunciar, «pero yo sólo quería volver a casa». Eso sí, entregaron a la Policía española las fotos de los manifestantes que ellos habían tomado: «Espero que la Policía tenga interés y haga algo. Yo no quería estar más tiempo allí».Quizá un día cercano su fórmula para potabilizar el agua pueda ayudar a los habitantes de Gaza, que carecen de suministro de calidad. «Claro, también se puede aplicar en Gaza. Al tratar el agua residual, la contaminación del agua terrestre y del mar se reduce. El agua de desecho en Gaza está poco tratada y por eso la calidad del agua potable allí es tan mala».
La universidad no condena Tras la agresión sufrida por Eytan Levy (foto 2) en el campus de la Autónoma, la universidad madrileña no ha emitido ningún comunicado de repulsa acerca de lo ocurrido. Según ha podido saber este periódico, el rector de la Universidad Autónoma, José María Sanz, consideró que no debía difundir ningún mensaje de condena de la agresión porque los hechos no ocurrieron técnicamente en su campus, sino en el parque científico, del que la Autónoma sólo es propietaria del suelo. Otro argumento de Sanz fue que los manifestantes no eran alumnos de su universidad.
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