Kaká cuenta poco

El Real Madrid está de suerte. Ha constatado que entre Kaká y Özil debe jugar éste y, además, al primero lo quiere el Paris Sant Germain a petición de su entrenador, el italiano Carlo Ancelotti. Kaká es jugador amortizado aunque económicamente no sea tal. Ha costado muchísimo más de lo que se puede obtener por su venta, pero puestos a perder, tal vez ésta es la ocasión para hacer caja. El mediopunta brasileño, desgraciadamente, sólo rinde a ratos y ya está demostrado que no es jugador que vaya a rendir de acuerdo con su contrato.
Ancelotti ha aterrizado en el club francés, que cuenta con generoso talonario de cheques, y está dispuesto a epatar a Manchester City, Chelsea o Real Madrid en la lucha por los grandes valores del mercado. Por otra parte, José Mourinho declaró tras la victoria ante el Málaga que en el descanso había dicho a los jugadores que barrieran toda la basura acumulada. Quizá por una vez puso contra las cuerdas al equipo y en el descanso condenó a tres jugadores: Arbeloa, Callejón y Kaká. Los sustitutos ganaron el partido. Que castigara al defensa, menos culpable que Casillas en los goles del Málaga en saques esquina, porque se perdía, y alineara a Lass de lateral para dar minutos a Khedira, auténtico revulsivo con su gol, se entiende mejor que castigar de este modo a Kaká, una de las grandes estrellas. Lo ha puesto en el mercado, pero en oportunidades. Lo de Callejón es explicable porque es canterano y ése no es valor contable.
Posdata. Se acusó a Florentino Pérez de proteger a Benzema más allá de lo razonable. Pues tenía razón.