Banco Santander
El tiempo es oro por Miguel Ángel Rodríguez
Esta semana conoceremos los resultados del stress-test de la auditora Oliver Wyman sobre la banca española. Después del informe que se publicó a finales de junio, realizado por esta firma y Roland Berger, en donde se establecían unas necesidades de capital de 61.000 millones de euros, la primera ha seguido en solitario realizando pruebas y simulaciones en escenarios adversos.
De cualquier forma, hemos de tener en cuenta que del resultado habrá que deducir las aportaciones ya realizadas por el Estado, 19.000 millones, por lo que la cifra total de necesidades estaría entre los 50.000 y 60.000 millones. Este importe no sería tampoco el correspondiente a la cantidad que España usaría de la línea de financiación aprobada por la CE: habría que restarle lo que los bancos aporten de sus propios recursos, las ventas realizadas al «banco malo» y las pérdidas que soporten los tenedores de deuda. Por cierto, que el banco malo puede ser participado también por otras entidades –alguna «grande» tiene esa intención.
De todo lo anterior deducimos que el monto que se utilizará de la línea de préstamo para recapitalizar bancos con problemas será sensiblemente inferior a las cifras barajadas y se situará por debajo de los 50.000 millones. El análisis de stress-test se realiza simulando situaciones extremas, por ejemplo una caída del PIB del 6,5%, con las consiguientes caídas adicionales en el precio de los inmuebles y un ratio de capital básico del 9%, por lo que cabe presumir que será más que suficiente, al menos un tiempo. Todo dependerá de la evolución de la economía española.
Pero si tenemos en cuenta que gran parte del mal que nos aflige proviene del bloqueo del circuito de crédito, consecuencia de la incertidumbre creada por la mala situación financiera de algunos bancos españoles, es razonable pensar que tras la recapitalización el panorama es susceptible de mejora.
La pena es que este proceso no haya sido realizado antes. Las dudas sobre el sistema financiero se han extendido demasiado tiempo, hasta el punto de que la verdadera estigmatización de España proviene de ahí y no tanto de la petición o no petición al MEDE para que compre deuda. Esto último no hubiese tenido que ocurrir si se hubiese actuado a tiempo con los bancos.
Miguel Ángel Rodríguez
Analista de XTB
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