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Ciudad Real

Antonio López mira a la cúpula del Pilar

Antonio López mira a la cúpula del Pilar
Antonio López mira a la cúpula del Pilarlarazon

Antonio López desea pintar su primer fresco en la Basílica del Pilar de Zaragoza, con el rostro de la Virgen, de la que ayer sólo se reveló que la imagina como «la diosa que durante 2.000 años hemos querido, hemos amado y nos ha protegido». López se reunió por primera vez con el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, para ofrecerle todos los detalles del conjunto artístico que proyecta para el Pilar, un grupo escultórico en bronce de mujeres, y tal vez algún hombre, a tamaño natural en el suelo y sobre él, en una bóveda, un fresco de la Virgen, según ha comentado después el pintor a los medios de comunicación, informa Efe. «Yo a la Virgen no la he visto, pero nadie que la ha pintado la ha visto, y, sin embargo, se han pintado muchas», ha comentado López, tras apuntar que ya tiene una «idea bastante aproximada» de su imagen, que cree que se puede hacer y que querría empezar desde el principio con el tamaño definitivo, «aunque fuera en principio sobre un papel».

Subirse al andamio

«Quizá un edificio puede hacerse en pequeñito y lo agrandas con la imaginación de la mejor forma posible, pero ese rostro, para mí, tiene que estar al tamaño debido y a la altura debida, y en el sitio que debe de estar», ha explicado López, y por eso, antes de poder poner el pie en el andamio, habría que dar pasos previos, «como se ha hecho siempre estos trabajos».

Y querría hacerlo al fresco, porque aunque podría pintar ese rostro con una técnica más cómoda, sin tener que subirse a un andamio, «a lo mejor perdía esa verdad que tiene que tener», una verdad que el pintor no desea hurtarle a la imagen. Sería su primer fresco, pero «se puede aprender», ha asegurado López, quien ha confesado que sería «una maravilla poderlo hacer» por la oportunidad que supondría incorporar un proyecto religioso «puesto al día, en el buen sentido del término» en un sitio público de dimensiones y significado como el Pilar, tan emblemático, aunque para eso hace falta «que te digan que sí, que adelante y que tienes vía libre y el dinero suficiente. Y eso, lo sabemos, lleva su tiempo»

Poco dado a viajar, el pintor ha visitado con frecuencia en los últimos meses la capital aragones: «Estoy viniendo a Zaragoza, dale que te pego, intentando convencer a unos y a otros», ha añadido con un excelente humor, y el proyecto, ha agregado, parece que gusta, aunque habrá que tener paciencia».

Para el artista, era muy importante que el alcalde de la ciudad conociera de primera mano el proyecto que tiene en su cabeza, del que le ha mostrado algunos de sus bocetos, aunque ha hecho hincapié muchas veces en que la obra «surge un poco sobre la marcha» a partir de un guión inicial: «Es acto de fe. Las personas que nos ayuden tienen que creer, como nosotros, en que este proyecto puede aportar algo», ha subrayado el artista nacido en Ciudad Real. No obstante, ha asegurado que también sería «estupendo que no fuera», porque podría hacer otras cosas.