Pensiones

Arranca la ofensiva contra el fumador

Los estanqueros y sus clientes lamentan que, tras tres años sin subir los impuestos, se haya hecho en plena crisis.

Arranca la ofensiva contra el fumador
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«Si esto hubiera pasado hace dos años no habría pasado nada, pero en plena crisis... Date cuenta de que cuanto menos tiene la gente, más se esconde en el alcohol y el tabaco. Ha pasado siempre». Juan, un estanquero de la madrileña calle Alcalá, es uno de los muchos de su gremio que no dan crédito a la subida de impuestos sobre el tabaco que entró en vigor la semana pasada. «Mucha gente cree que son los estanqueros los que han subido el precio y, encima de no ser así, va a repercutir en las ventas», explican en Unión de Estanqueros. Hacía tres años que no se tocaban los impuestos del tabaco.Como Juan, muchos de sus clientes se sienten atacados. «Lo que está haciendo el Gobierno es atacar al ciudadano», asegura Mari Cruz, una de ellas. Y es que todo indica que la segunda ofensiva del Gobierno contra el tabaco ya ha arrancado. Esta vez el objetivo no serán empresas ni comercios, como ocurrió con la aprobación de la Ley Antitabaco, en 2006, sino, directamente, el fumador. Primero, con la subida de precios en plena crisis. La subida ha sido de 19 céntimos de euro por cajetilla en concepto de tasas y de otros 15 céntimos que repercuten en las tabaqueras. «Cuando Elena Salgado fue nombrada ministra de Economía ya nos lo olíamos», señalan desde el Club de Fumadores por la Tolerancia. En efecto, Salgado pasará a la historia como una de las políticas más combativas contra los vicios. Fracasó en su intento de poner coto al alcohol, pero impulsó, pese a un amplio rechazo social por parte de los fumadores, la ley que ha desterrado el humo de los lugares de trabajo. En esa época, cuando se le preguntaba si no sería más efectivo subir el precio de las cajetillas, suspiraba al contestar que era «competencia de Economía».Récord de recaudaciónAhora se ha podido resarcir y, de paso, aumentar la recaudación. El año pasado los fumadores pagaron al Estado un total de 9.266 millones de euros. De ellos, 7.561 millones corresponden al Impuesto Especial sobre las Labores del Tabaco y, los 1.705 millones restantes corresponden al IVA. La recaudación supuso un récord histórico que, casi con seguridad, se volverá a batir este año con la subida de impuestos aprobada.Rodrigo Córdoba, portavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, asegura que «el tabaquismo como enfermedad no está dentro del sistema sanitario. La subida de precios debe ir acompañada de espacios sin humo, advertencias y financiación de tratamientos contra el tabaco». En la actualidad, explica, hay médicos y enfermeros voluntarios en hospitales y centros de salud que dan cursos de orientación a fumadores, pero, «al final, la mayoría se cansa, porque no tienen el apoyo de la dirección». Al Gobierno, sin embargo, no parecen preocuparle estos aspectos. El siguiente paso en esta nueva «cruzada» será incluir en las cajetillas de tabaco imágenes impactantes (pulmones dañados por el cáncer, dientes negros...), como ya ha anunciado la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez. Y, lo siguiente, eliminar por ley el tabaco de todos los lugares públicos. Para esto último, que no se puede hacer por decreto, habrá que esperar algo más.

Hasta un 8% menos de ventasLa subida de precios del tabaco bajará las ventas del 4 por ciento y de hasta el 8 por ciento en los más jóvenes. De ahí el enfado de los estanqueros: «Quieren equiparar los precios con los de fuera, pero también los sueldos de otros países son más altos», recuerda Ceferino López desde su estanco de la Plaza de Manuel Becerra. Pero esta estimación no es del gremio, sino de los médicos. Aunque consideran la medida positiva, la tachan de incompleta.