Sólo Barberá gana a la lluvia

Casi nunca llueve en el desierto, pero desde que el Mundial de mo- tociclismo va a Qatar siempre se encuentra con algo de lluvia. Ayer, una impresionante tormenta convirtió el primer Gran Premio de la temporada en una sucesión de anécdotas y dejó la carrera de 250 en sólo trece vueltas y la pista, en asfalto recubierto de tierra húmeda. Los pilotos de 125 no pudieron dar más de cuatro vueltas y los de MotoGP no pasaron de la de calentamiento. Justo en el horario previsto para el comienzo de la categoría reina las nubes descargaron con una fuerza inusual en esas latitudes y no hubo más remedio que aplazar la carrera hasta hoy (20:00). Primero se esperó una hora a ver si el aguacero remitía, pero al final se dio por terminada la noche. La organización decidió que la prueba se disputase hoy, y garantizó a los pilotos, algunos dudaron si aceptar el aplazamiento, que la pista se limpiará exhaustivamente.

En ese escenario tan poco esperado y con la dificultad añadida de correr bajo luz artificial y en medio de la noche, el único que pudo reinar fue Héctor Barberá, que se adaptó mejor que nadie a las nuevas circunstancias. El piloto del Pepe World Team ganó en el cuarto de litro cuando todo el mundo esperaba a su compatriota Bautista. Álvaro tenía una gran oportunidad para empezar a vengarse de Simoncelli, que miró la carrera desde la grada a causa de su lesión de muñeca. El subcampeón podía empezar con 25 puntos de ventaja respecto al italiano, pero el que lo hizo fue Barberá, que ha cambiado de equipo y ha olvidado sus problemas del curso pasado.

En el Gran Premio de Japón de 2008 se rompió tres vértebras y empezó una larga etapa de recuperación alejado de la moto que acabó ayer con su triunfo en Qatar. Bautista, con una mala salida y el neumático trasero muy desgastado por la arena que había en el trazado, cayó desde la «pole» hasta el puesto undécimo. Intentó la remontada y rozó el último escalón del podio para terminar en el séptimo lugar. Gran resultado para Simoncelli, que, a cambio, ya sabe que tendrá que contar también con Barberá.

Las peculiares condiciones de la carrera derivaron en la aparición de dos «extraños» en el podio: Cruzel y Di Meglio.