Berlusconi gana pero se queja: «He tenido que hacer todo solo»

Siete puntos en catorce meses. Un 0,50% menos de apoyo cada treinta días. El Partido Democrático (PD) analiza el 26,1% alcanzado en las elecciones europeas de este fin de semana como un resultado aceptable, pero al compararlo con el 33,2% logrado en los comicios generales de 2008 o con el 31,1% de las europeas de 2004 (cuando la formación todavía era una coalición y se llamaba El Olivo) la impresión inmediata es de derrota.

En las filas del PD, no obstante, la sensación es de respiro, ya que Silvio Berlusconi no ha alcanzado el ansiado 40% de los votos: se ha quedado en un discreto 35,3%. El rival ha ganado, sí, pero no ha arrasado ni el centroizquierda se ha hundido tanto como preveían las encuestas, se consuela Dario Franceschini, líder del PD.

El hombre que sustituyó a Walter Veltroni en el mes de febrero explica los siete puntos perdidos por varios factores. Primero, por la ausencia de los radicales, que en 2008 concurrieron en alianza con el PD y ahora han preferido ir solos. Segundo, por la ausencia en esta ocasión del «voto útil», lo que ha provocado un pequeño crecimiento en las dos coaliciones de izquierda radical. Y tercero, por el trasvase de votos a Italia de los Valores, la formación dirigida por Antonio di Pietro.

El juez estrella del caso «Manos Limpias» ha armado en poco tiempo una formación incisiva y radicalmente «antiberlusconiana», que ha seducido a los electores cansados del estilo templado del PD ante el primer ministro. A estos tres factores hay que añadir la coyuntura europea, donde «han soplado vientos que no favorecen a los progresistas», según reconocía Giovanna Melandri, responsable de cultura del PD.

Bossi duplica sus votos

Desde la atalaya de sus nueve puntos de diferencia sobre el segundo, «Il Cavaliere» se siente seguro y poderoso, aunque no todo lo que le gustaría. «He tenido que hacer todo solo. Si no hubiera bajado a la arena la afluencia hubiera sido todavía más baja», se quejaba ayer en una entrevista en el diario «Libero». Su explosión electoral fallida se debe al canibalismo sufrido por parte de su aliado en el Ejecutivo, la Liga Norte. La formación de Umberto Bossi ha duplicado los votos respecto a las elecciones europeas de 2004 con su infalible propuesta de partido de protesta y de Gobierno al mismo tiempo.

Este fin de semana, la Liga Norte, además, ha superado la barrera geográfica del río Po, obteniendo excelentes resultados en algunas regiones centrales de Italia, como Emilia-Romagna, Toscana o las Marcas.


Otros frentes electorales

- PROVINCIALES. La mayoría de las 62 provincias que estaban en juego este fin de semana cambiarán de color político. En el norte de Italia el partido de Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad, habría conseguido hacerse con la mayor parte de los gobiernos provinciales. Igual habría pasado en Nápoles. El opositor Partido Democrático, por su parte, mantiene sus feudos en Emilia-Romagna y Toscana.

- MUNICIPALES. Los italianos también eligieron a los alcaldes de 4.281 municipios, entre ellos 30 capitales de provincia. Las ciudades más importantes en liza eran Bolonia y Florencia, dos dominios históricos de la izquierda. De acuerdo al escrutinio, al cierre de esta edición, el Partido Democrático tendría que ir a la segunda vuelta para mantenerlas.