Nueva York
BigBelly un contenedor solar que compacta la basura
Reduce automáticamente el volumen de los desechos con la energía que producen las placas. El Ayuntamiento de Philadelphia ha invertido 2,2 millones de dólares para hacerse con 500 unidades.
Cuando el alcalde de Philadelphia, Michael Nutter, presentó su iniciativa de cambiar los contenedores corrientes de la ciudad por los «verdes» con paneles solares fotovoltaicas, hizo sobre todo hincapié en dos cosas: su compromiso ambiental y el ahorro que esta tecnología traerá al contribuyente. «Estamos muy orgullosos de tener el mayor despliegue de sistema de basuras de energía solar en Estados Unidos. Esta tecnología ahorrará dinero, traerá un mecanismo de reciclaje en las aceras y mantendrá nuestras calles limpias», recordó Nutter durante la presentación de los mismos contenedores.Ponerse «verde» en Estados Unidos está de moda, pero en la actualidad con la crisis financiera ya no se puede hacer a cualquier precio. Sobre todo con un anuncio como el del Ayuntamiento de Philadelphia en el que ha prometido el reemplazamiento de 700 contenedores de basura. Ahora habrá 500 solares. Los BigBelly, como se los conoce, están destinados a ser más efectivos que los tradicionales: reducen el almacenamiento de basura y disminuyen la cifra de desplazamientos para su recogida. Esto provocará los recortes en el gasto en gasolina de los mismos y las emisiones de efecto invernadero en un 80 por ciento.El Ayuntamiento se ha gastado 2,2 millones de dólares en estos contenedores, aunque las proyecciones estiman que ahorrarán a la ciudad unos 13 millones en los próximos diez años.Los BigBelly tienen una capacidad para guardar 757 litros de basura. En los actuales caben sólo 208. Utilizan la energía diaria que se requiere para tostar una rebanada de pan. Un panel solar recoge la misma fuente energética que abastece a este contenedor para que compacte la basura que le permitirá almacenar entre cuatro y ocho veces más cantidad de desperdicios que los tradicionales. Avisa cuando está llenoPero, sólo lo hace cuando sus «ojos» automáticos le informan de que hay demasiada almacenada. Y entonces la reduce al 20 por ciento de su tamaño. Y de ahí viene gran parte del ahorro. Ya no hace falta vaciar dichos contenedores unas 19 veces a la semana, como con los actuales. Si esta iniciativa funciona, BigBelly sólo necesitará que se recoga la basura cinco veces durante los siete días de la semana. En un principio, se debería ahorrar en personal, gasto de gasolina y reducir las emisiones de efecto invernadero. El sistema actual de basuras precisa de 33 trabajadores, mientras que el de los BigBelly sólo requerirá ocho. De momento, parece que los otros se limitarán a cambiar de trabajo. La recogida de basura se producirá cuando los contenedores BigBelly informen de que necesitan «descargar». La notificación se producirá a través de un sensor que cambiará de color verde a amarillo y a rojo por un dispositivo que alertará a la central. Su mantenimiento requiere que las baterías reciclables con las que funcionan se reemplacen entre cada tres y cinco años. Para su funcionamiento, no necesita recibir rayos de luz. Sólo basta con que sus paneles solares puedan «ver» el cielo para poder operar.
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