Cataluña

Blanco: «La estabilidad en Madrid no va a hipotecar el cambio de Euskadi»

Fue de los pocos que en 2001 alertó de las escasas posibilidades del frentismo y del choque de trenes en el País Vasco. Hoy está seguro de que el PSE será la primera fuerza política el 1 de marzo. Habrá que recordar que el artífice de la gesta, Patxi López, fue una apuesta suya.

Blanco: «La estabilidad en Madrid no va a hipotecar el cambio de Euskadi»
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Es José Blanco para Zapatero en el PSOE lo que Teresa Fernández de la Vega es en el Gobierno: su más fiel escudero. Así que lo mismo sale en defensa de una controvertida ministra de Fomento, que a matizar los datos del paro, que a glosar el paquete de medidas puesto en marcha para paliar los efectos de la crisis, que a cuestionar el derecho de huelga de los jueces. Entre capote y capote, encarga encuestas, diseña estrategias y se recorre España para dar mítines e instrucciones de cómo afrontar el triple reto electoral de este año. Algo me dice que vascas, gallegas y europeas serán las últimas elecciones que el vicesecretario general del PSOE prepare desde este minúsculo despacho. Se hacen apuestas sobre si entrará en el Gobierno antes o después del verano. Él hace como si no oyera.

–¿Que el 73 por ciento de los españoles considere el paro el principal problema de España no hace más inexplicable que Zapatero no quiera comparecer este mes en el Congreso?
–El desempleo es la primera preocupación de los españoles, y también del Gobierno, que trata de dar respuestas para salvar puestos de trabajo y cimentar las bases que nos permitan que, cuando la economía mundial se recupere, España también vuelva a crecer y a generar empleo. Pero le diré que en España siempre ha habido esa preocupación por el paro. Incluso en la Legislatura pasada, cuando teníamos las tasas de desempleo más bajas de la historia y se crearon tres millones de puestos de trabajo, el desempleo figuraba en tercer o cuarto lugar en la lista de preocupaciones.
–¿El Parlamento ha dejado de ser el centro de la vida política?
 –El Parlamento es el centro de la vida política. Y desde que Zapatero está al frente del Gobierno de España tiene más dinamismo político del que ha tenido en los últimos tiempos. Estos días, incluso, se han tomado iniciativas que marcan un punto de inflexión sobre la importancia del Parlamento; hablo de la comparecencia del presidente de Iberia. Con ello estamos diciéndoles a los ciudadanos que el Parlamento no puede ser ajeno a un problema que los afecta, aunque éste sea responsabilidad de una empresa de gestión privada.
–Pues esto hace más difícil comprender las razones por las que se retrasa esa comparecencia.
–Zapatero es el presidente de la UE que más veces ha comparecido en el Parlamento y más iniciativas ha presentado para hacer frente a la crisis. También en esto de dar la cara somos los primeros. En diciembre se aprobó un paquete de medidas contra la crisis que incluye proyectos cuyo plazo de presentación acaba el día 26. Ha de pasar tiempo para saber si esas medidas son eficaces o hay que impulsar otras nuevas.
–El PP se queja de que el presidente prefiera la red y la televisión antes que el Congreso.
–Tiene demasiada prisa en desgastar a Zapatero antes de que las medidas puedan ser eficaces y se queden sin discurso y sin capacidad de poder atacar.
–¿En qué ha cambiado esta crisis la vida personal de José Blanco?
–Bueno, todo el mundo, cuando hay una situación de incertidumbre, trata de fomentar el ahorro y tomar conciencia de que hay gastos que se pueden reducir: desde implementar el ahorro energético hasta pensar dos veces si es necesario comprar tal o cual producto. Soy consciente de que hay ciudadanos que tienen más dificultades que yo. Lo que procuro es trabajar para que nadie esté desprotegido y no tenga dificultades en llegar a fin de mes. Pronto 10 millones de personas verán reducir las cuotas de sus hipotecas, y ya han visto cómo han bajado de forma notable los precios. Yo mismo, el verano pasado, pagaba 17 euros más que estas Navidades por llenar el depósito de gasolina de mi vehículo particular. Estoy seguro de que en los próximos tiempos crecerán los indicadores de consumo.
–El Ejecutivo ha cifrado en 300.000 los empleos que puede generar el plan de los ayuntamientos, ¿es suficiente?
–Iremos tomando más medidas, pero confiamos en que la bajada del impuesto de sociedades, las ayudas a las pymes, la financiación de los trabajadores autónomos y la inversión en el sistema financiero frenen la caída del empleo. Trabajamos en todos los frentes, sobre todo en aquellos sectores sobre los que hay una amenaza de pérdida de empleo. Ésta es una enfermedad grave y la respuesta debe ser contundente. No esperamos que el paciente se cure en poco tiempo. Hay que evaluar si el tratamiento es el adecuado. Si no es así, habrá que cambiarlo.
–¿Cree, como Corbacho, que el paro no llegará a los cuatro millones?
–Lo importante es trabajar para salvar el mayor número de puestos de trabajo, garantizar protección a los que llegan al desempleo y facilitar formación para la recolocación… No sé si llegaremos a cuatro millones, si serán más o serán menos. En todo caso, serán muchos y lo que tenemos que hacer es trabajar para volver a crecer y crear empleo.
–Cambiemos de tercio. ¿Los jueces tienen derecho a huelga?
–Tienen derecho como todo ciudadano a hacer públicas sus reivindicaciones, pero hay un debate jurídico sobre si constitucionalmente es posible que vayan o no a una huelga. En todo caso, creo que el corporativismo es nocivo para la sociedad y, si se trata de un corporativismo vinculado a los jueces, además es nocivo para el Estado.
–Ellos dicen que reclaman más medios materiales.
 –Y también mejoras salariales. De todo eso se puede hablar. Pero habrá que recordar que este Gobierno ha creado más de 1.100 plazas de jueces y fiscales en cuatro años, el doble de las que se crearon en la última Legislatura del Partido Popular. Probablemente sea insuficiente y haya que hacer más. Y ahora, como consecuencia de las transferencias en materia de Justicia, las comunidades autónomas son las que tienen la competencia para dotar de más medios a la Justicia… Y sobre las reclamaciones salariales, quiero decir que en este momento la sociedad no entendería que hubiera privilegios para unos y sacrificios para todos los demás.
–Hay quien dice que los jueces responden así a la intromisión del Gobierno en la sanción al juez Tirado.
–La sanción impuesta al juez Tirado no sólo le ha parecido insuficiente al PSOE, sino al conjunto de la sociedad. Una falta muy grave no puede tener una sanción tan leve. Que el PSOE alzara la voz para dar una opinión no debería molestar a nadie, porque es el sentimiento mayoritario de la sociedad española. No se trata de intromisiones en el papel de los jueces, sino de opinar sobre una decisión del CGPJ, que no es un órgano que dicte sentencias, sino que toma decisiones políticas.
–¿Se equivocó De la Vega cuando dijo que había que inhabilitar tres años a Tirado?
–Expresó la opinión de mucha gente que entendía que un comportamiento tan grave debía tener una sanción ejemplar. Y ésta no ha sido una sanción ejemplar.
–¿Qué pretende el PSOE cuando llama a declarar a las asociaciones de jueces en el Parlamento?
–Que se expresen, que digan cuáles son sus reivindicaciones y que todos demos nuestra opinión.
–Hablemos de elecciones. ¿Qué diferencias ve hoy en el País Vasco respecto al año 2001, cuando también las encuestas daban por segura la salida del PNV del Gobierno?
–Nunca vi en 2001 aquella posibilidad. Siempre creí que no podía llevarse a Euskadi a un choque de trenes, a la sustitución de un frente por otro frente. Se planteó aquella campaña en términos de confrontación radical, y la gente lo rechazó. Ahora hay una apuesta por la convivencia, por el entendimiento, por superar el frentismo... Es la que encarna Patxi López, y estoy seguro de que eso se abrirá paso en la sociedad vasca. Estoy en condiciones de advertir, además, que el PSE va a ser la primera fuerza en número de diputados.
–¿Es verdad que López le ha pedido al PSOE manos libres para los pactos postelectorales?
–Nunca hemos hablado de eso. Pero los socialistas vascos saben que tienen la consideración y el apoyo del PSOE para que articulen un Gobierno nuevo y distinto, una vez que los ciudadanos expresen la voluntad de cambio que percibimos en las encuestas.
–El PSE quiere un Gobierno en minoría, que puede perjudicar las alianzas parlamentarias de Zapatero en Madrid
–El deseo de cambio de Euskadi, si se plasma en las urnas, no puede quedar hipotecado por la estabilidad parlamentaria en Madrid.
–Pero si el PNV retirara a Zapatero el apoyo en el Congreso, obligaría al PSOE a llegar a acuerdos con CiU, que pueden perjudicar a Montilla en Cataluña.
–Aquí, en Madrid, no tenemos un socio preferente. En cada momento, en cada ley, en cada iniciativa, se van construyendo las alianzas… Vamos a ver cuál es la reflexión que haga el PNV el día después de las elecciones, porque también tendrán ellos que aprender de sus errores. No creo que rectificar los errores pase por radicalizar su posición política, más bien debería hacer lo contrario.
–Si Patxi López gana las elecciones, ¿cree usted conveniente la colaboración con el PNV o debe irse éste a la oposición, sea cual sea su resultado?
–Habrá que ver, el día después, el análisis que cada partido haga del resultado electoral. Pero, insisto: lo más importante en Euskadi es no reeditar la confrontación y el frentismo. El diálogo no está descartado con nadie. Pero seremos fieles al compromiso que vamos a contraer con los ciudadanos: si hay un gran deseo de cambio, no se podrá frustrar.
–En Galicia, ¿el bipartito ha beneficiado más al BNG que a Emilio Pérez Touriño?
–Ha beneficiado sobre todo a los gallegos. Galicia ha sido una de las comunidades que más ha crecido económicamente; la que menos empleo ha perdido, y la que ha puesto en marcha mayor número de políticas sociales. Y, además, el presidente de Galicia es una persona confiable para los gallegos, que tienen una altísima valoración sobre él, y eso se va a notar en las urnas.
–Tradúzcame eso.
–El PP va a bajar en número de escaños y el PSdeG va a subir.
–De ser eso cierto, triunfará la tesis de que con la moderación el PP no va a ninguna parte…
–Honestamente creo que el PP en Galicia está desdibujado, no es blando ni es duro, simplemente no es. Es verdad que Rajoy está últimamente desesperado por cambiar de imagen, pero en el PP están desesperados por cambiarlo a él.

 

«Un día se valorará a la ministra por modernizar nuestro país»


–Magdalena Álvarez vuelve a estar en el ojo del huracán, esta vez con motivo de la intensa nevada que cayó en Madrid hace una semana.
–El Gobierno ha elaborado un informe, fruto de una investigación, para determinar en qué hemos fallado. No hemos estado a la altura, se han pedido disculpas por ello, pero me hubiera gustado que el conjunto de administraciones entonaran también el mea culpa, y no todas las miradas se dirigieran hacia la ministra de Fomento.
–Es que con la ministra llueve sobre mojado.
–Cuando uno tiene mayor nivel de obra pública y de compromiso, hay más posibilidades de que las respuestas no sean las más adecuadas. Pero dicho esto, creo que un día se la juzgará como la ministra que inyectó más modernización a las infraestructuras de nuestro país.
–¿Conoce los rumores que le sitúan a usted de ministro de Fomento?
–Sí, conozco éstos y los que vienen desde 2004, y a cada momento me hacen ministro. He pasado ya por unas cuantas carteras. Lo único que sé es que soy el vicesecretario general del PSOE hasta 2012.
–Una cosa no es incompatible con la otra.
–Mi única previsión, de momento, es estar en este despacho trabajando para que el PSOE se proyecte bien ante los ciudadanos, garantice la estabilidad del Gobierno y gane los retos que tenemos por delante.
–¿Por qué el presidente Zapatero fijó su posición sobre Gaza en un acto de partido y no en un ámbito institucional?
–Me sorprende que a alguien le sorprenda que el presidente alce su voz a favor del alto el fuego, que es lo que dijo en un acto público. La intervención sobre la franja de Gaza ha sido desproporcionada, un error que no conduce a nada… Por eso pedimos el alto el fuego a Israel y a Hamas.
–¿Se puede ser equidistante en un conflicto de estas características?
–No. Hay unos hechos objetivos: centenares de muertos consecuencia de una intervención desproporcionada de Israel, aunque nosotros también condenamos la actuación de Hamas. El uso de la fuerza no resuelve el problema… La solución está en el diálogo y en los puntos de encuentro, no en las bombas ni en los cohetes.