Button directo al título

Mónaco no fue una sorpresa ni cambió el destino de la temporada. Los Brawn GP dominaron de principio a fin sin ofrecer el más mínimo resquicio ni debilidad a sus rivales. El monoplaza que pilotan Button y Barrichello es prác- ticamente invencible y el Mundial va camino de convertirse en un monólogo del equipo inglés hasta final de temporada.

Sólo cabe esperar que Barrichello caiga en la cuenta de una vez por todas de que puede ser campeón del mundo y ponga las cosas difíciles a su compañero, que ya administra una buena ventaja en la general. Esta situación ya pasó en los 80, cuando los pilotos de McLaren (Prost y Lauda), en 1984 se jugaron el título entre ellos en 1984 y tres años después, los de Williams (Mansell y Piquet), monopolizaron la competición.

La superioridad es muy grande en todos los sentidos, Button no comete errores graves y está aprovechando el regalo de forma intachable. En diciembre iba a pasar a la historia de la F-1 como un fracasado y meses después está a punto de formar parte de la lista de campeones.

Ayer, su máximo rival en parrilla, Kimi Raikkonen, falló en el momento de arrancar y desde ahí, el piloto inglés se dedicó a «tirar» con la pista libre y seguir las órdenes de su equipo para elegir el mejor momento de entrar en bo- xes. La segunda posición la consiguió su compañero Barrichello después de aprovechar el error del piloto de Ferrari en la salida. No hubo cambios de posiciones y las tácticas jugaron su papel de forma contundente. En los primeros compases de la prueba se vivieron momentos de intensidad con Vettel, Massa y Rosberg luchando por la cuarta plaza. Incluso se vieron adelantamientos con un alto grado de riesgo por parte de Rosberg y alguna que otra torpeza de Massa, que se saltó una chicane, se dejó adelantar por Vettel para no ser sancionado, y también le superó Rosberg. Tenía que haberle dejado pasar por el exterior de la curva y no como lo hizo el brasileño, que cometió un error en el que no caen ni los pilotos de karting.

Por detrás, Alonso mantuvo el ritmo como pudo, aunque su estrategia de salir algo más cargado de gasolina que los pilotos que le precedían no le valió de nada. En la salida tuvo sus más y sus menos con Nakajima y más tarde intentó aguantar la estela de pilotos como Webber y Kovalainen, pero fue imposible. Se quedó en tierra de nadie y al final escaló dos posiciones por los abandonos de Vettel y Kovalainen, que sufrieron dos fuertes salidas de pista. Al final planteó la carrera a dos paradas, pero no surtió mucho efecto porque no hubo ningún «safety car» ni ningún otro contratiempo que le favoreciera. Quizás hubiera sido mejor afrontar la clasificación con algo menos de peso, pero el R29 a una sola vuelta tampoco ofrece garantías de éxito. Tiene mejor rendimiento en tandas largas du- rante la carrera.

El asturiano fue de los últimos en realizar su segunda parada en boxes y, al final, el séptimo lugar es la posición que más o menos merece el actual Renault, que en Turquía puede presentar alguna novedad técnica...aunque los demás también lo harán. Los que por fin han mejorado notablemente son los Ferrari. En la próxima cita pue- den ser una seria amenaza para los Brawn GP si sus pilotos, Raikkonen y Massa, están a la altura deseada. Button ganó y al cruzar la meta se desconcentró tanto que olvidó el protocolo que deben seguir los tres primeros clasificados, que tienen que aparcar su monoplaza en la recta, delante de la zona de podio, donde la familia Grimaldi entrega los premios. Se despistó, aparcó en boxes y tuvo que correr para llegar a tiempo a la ceremonia.