Camps insta al Gobierno a reducir su gasto para la financiación autonómica

El vicepresidente segundo del Consell y conseller de Economía, Gerardo Camps, instó ayer al Gobierno central a reducir el gasto estatal para así poder alimentar el fondo destinado a la financiación autonómica, en lugar de recurrir al déficit. Si se hace de esta forma, dijo, el nuevo modelo nacería «cojo» y su evolución «puede tener un problema en un momento dado».Así se pronunció el conseller tras inaugurar la jornada organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) bajo el lema «Momento económico empresarial: ¿el principio del fin?», pregunta a la cual, por cierto, el conseller respondió que «rotundamente no». No estamos viviendo el final de la crisis, por culpa de las políticas adoptadas por el Gobierno central.Camps señaló que el Ejecutivo de Zapatero debe repartir el conjunto de ingresos entre las autonomías en función de la necesidad de gasto que tenga cada una de ellas. Explicó que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, todavía no se ha puesto en contacto con él, por lo que se mostró escéptico ante el hecho de que se puedan cumplir los plazos de esta reforma. Por ello, planteó la posibilidad de que la modificación ya no afecte a este año, tal y como prometió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.En otro orden de cosas, el conseller anunció que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Ford se ha reducido hasta afectar a 294 personas -de las cerca de 1.000 a las que atañe en la actualidad. Los sindicatos de la factoría señalaron que les parece una decisión razonable, aunque CC.OO y CGT exigieron que, ante la evolución positiva de las ventas de automóvil, se retire por completo el expediente.Por otra parte, en esta misma jornada el presidente de la Asociación Valenciana Empresarios (AVE), Francisco Pons, reivindicó que se produzcan cambios reales en la economía. Tras afirmar que esa necesidad de cambio de modelo se utiliza de forma frívola y no se dan medidas concretas, resaltó que el «día a día no se puede aprobar con un real decreto» y se preguntó que si todos vaticinaban que se iba a producir la crisis «por qué el cambio no se produjo antes».