Chantaje

La reacción de las Cofradías y Hermandades de Semana Santa a la petición de los obispos para que lleven un lazo blanco o hagan algún acto que deje claro su rechazo al aborto no está siendo, por desgracia, unánime. Hay división de opiniones. Mientras algunas apoyan totalmente lo que la Iglesia pide, otras, extraña y escandalosamente, se han negado a ello. Pero, tras este momento inicial, está viniendo una especie de resaca en la que se están produciendo presiones innobles que hay que denunciar. ayuntamientos y comunidades autónomas gobernadas por la izquierda han hecho saber a no pocos hermanos mayores que si secundan el rechazo al aborto serían castigados con la retirada de las subvenciones. Esto sólo puede calificarse de chantaje. Un vulgar y ruin chantaje. Por desgracia, algunas de las instituciones chantajeadas han cedido a la amenaza y han dado marcha atrás en su apoyo inicial a la iniciativa eclesial.Así las cosas, sólo queda una opción: que sean los cofrades los que, a título personal, se pongan el lazo blanco sobre su hábito o hagan el gesto que consideren oportuno para dejar claro su apoyo a la Iglesia. ¿Qué sentido tiene salir en una procesión para acompañar al Crucificado y a su Santísima Madre si, a la vez y por omisión, se está apoyando la matanza de inocentes que es el aborto? No estamos en una batalla política, como insisten en decir los socialistas; estamos en una guerra sin cuartel entre la cultura de la muerte y la de la vida. Y no se puede quedar uno al margen ni tampoco servir a dos señores. O con Cristo y con la vida o con sus enemigos y con la muerte.