Música

Los Ángeles

Cohen vuelve a la carretera

El músico abrió ayer su gira española, que forma parte de un frenético «tour» mundial motivado por sus graves problemas económicos

Cohen, durante uno de sus conciertos
Cohen, durante uno de sus conciertoslarazon

Arte desde la necesidad. Así podría resumirse el regreso a la carretera de Leonard Cohen 15 años después de su anterior gira. A sus 74 años, y forzado por la ruina económica, organizó un frenético «tour» por todo el mundo que está provocando montañas de emociones y que ahora tiene cita en España. Anoche actuó en León, en agosto regresará con tres nuevas paradas y en septiembre añadirá cinco fechas más, incluyendo Madrid y Barcelona. ¿Qué sucedió para que Cohen regresara a los escenarios? Tan simple como lamentable: su representante aprovechó el retiro espiritual del canadiense para vaciar su caja. Pasó cinco años en el monasterio budista de Mount Baldy, en Los Ángeles, donde aprendió a vivir sin grandes necesidades, si es que alguna vez las tuvo. Trabajaba de cocinero en el claustro, donde cambió la guitarra por las cacerolas y era conocido como Jikan («El silencioso»). Allí Leonard Cohen meditaba, ajeno a los desmanes que perpetraba su representante. El propio se llevó cinco millones de dólares de su cuenta, dejándole la ridícula cantidad de 150.000 dólares para la jubilación del artista, penoso para alguien que contaba por millones las ventas de sus discos.De la necesidad, virtudLa nueva gira de Cohen arrancó por necesidad, pero la desgracia ha propiciado todo un regalo para los oídos. Porque muchos coinciden en asegurar que los conciertos del canadiense desde el anterior verano son los mejores que haya ofrecido nunca. Una buena muestra se encuentra en la reciente publicación de «Live in London», concierto grabado el 17 de julio de 2008 en el O2 Arena y que es un buen resumen de su actual gira. Pura elegancia, puro gusto, música de primera clase. Cohen emite su voz más profunda y castigada para declamar algunas de las mejores historias jamás escritas para guitarra. Hablamos de canciones tan memorables como «Bird on the wire», «Who by fire», «Suzanne», «Hallelujah», «So long, Marianne», «Dance me to the end of love» y muchas más. Más o menos lo que ofreció anoche en León, con el que arrancó su gira por España. Se suele asociar necesidad con deshonestidad, pero no es el caso de Cohen. El músico bien hubiera podido plantarse él solo con su guitarra para ofrecer un recital de 80 minutos con su ración de nostalgia. Desde luego, nada más lejos de la realidad. Cohen lleva seis instrumentistas y tres chicas a los coros, una banda de enorme calidad que se aplica durante 150 minutos. Y Cohen es un león en escena, un tipo cuyo carisma le hace parecer un gigante sobre el escenario. Y esa voz… Han pasado más de veinte años desde su glorioso álbum «I'm your man» y las posteriores entregas discográficas han sido casi testimoniales. Después llegó su retiro al monasterio, la bancarrota, y, de nuevo, la vida en la carretera. El 21 de septiembre cumplirá 75 años, el tardío otoño de una carrera consagrada al arte en todas sus formas. Por eso es un privilegio verle en el escenario, con esa dignidad, con ese coraje, con esas canciones. Es leyenda en vida, arte inmortal surgido desde la desgraciada necesidad.