Corbacho afirma en el Congreso que la Seguridad Social goza de «buena salud»

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, quiso dejar constancia ayer en la Cámara Baja de que el sistema de la Seguridad Social «no está en crisis» y goza de una «muy buena salud financiera». Durante su comparecencia ante la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo, Corbacho, en un intento de apagar el fuego que generaron las declaraciones vertidas hace unos días por el gobernador del Banco de España que preveía un déficit de la Seguridad Social en 2009, manifestó todo lo contrario y fijó un superávit para este año «no inferior al 0,4% del PIB», aunque la previsión en estos momentos está en el 0,5%.

El ministro añadió que hay que alejarse de los «discursos catastrofistas», puesto que las cuentas de la Seguridad Social están «saneadas», «no tienen créditos pendientes», las pensiones «están garantizadas» y el Fondo de Reserva (la conocida como hucha de las pensiones) cuenta con 58.000 millones de euros. Añadió que el número de nuevos pensionistas se encuentra «estabilizado», mientras que las prejubilaciones representan en el primer trimestre el 51,8% frente al 61,7% de 2004.

Alejado también de las tesis lanzadas por el secretario de Estado de la Seguridad Social Octavio Granado, que apuntó que el futuro del sistema de la Seguridad Social «es insostenible», Corbacho insistió en que éste es «sólido, equilibrado y viable», más allá de los efectos coyunturales derivados de la crisis. Lo cual «no significa», añadió, que no deban realizarse reformas que garanticen la sostenibilidad del sistema a «largo plazo». Entre los retos, el ministro enumeró cuatro: impulsar políticas de natalidad; la incorporación de la mujer al mercado laboral; incentivar la prolongación de la vida laboral activa para acercarla al «máximo legal» de 65 años, desde la media actual de 63 años y diez meses y conseguir una mayor correspondencia entre aportaciones y prestaciones.

Para el ministro todas las propuestas de reforma deben plantearse en el marco del Pacto de Toledo, y deben contar con el consenso de todos los partidos y de todos los agentes sociales. Por último, pidió no utilizar el debate de las pensiones como «arma arrojadiza» en la confrontación política. El portavoz del PP en la Comisión, Tomás Burgos, calificó las propuestas del ministro de «inconcretas».