Estados Unidos

«Crisis en salud» por Ana Pastor

Crisis en salud
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Está demostrado que los ingresos psiquiátricos, las conductas de riesgo, los trastornos sexuales y la agresividad, en general, aumentan en tiempos de crisis. En Estados Unidos, que van por delante también en este tipo de experiencia, saben que los ingresos hospitalarios psiquiátricos aumentan un diez por ciento en tiempos de depresión por la crisis o que aumentan sobremanera las consultas por estrés financiero. En definitiva, las alarmas estimulan al ser humano hacia la prudencia, muchas veces exagerada, pero también hacia las adicciones a las bebidas y a las drogas. Algunos autores aseguran que el paro aumenta el riesgo de muerte por cualquier causa en un quince por ciento. Ante esta situación sería bueno dormir bien. Lo más recomendable es dormir ocho horas por la noche y , si es posible, echarse una siesta de 20 minutos durante el día. Si los nervios y la ansiedad impiden que se consiga un sueño reparador, hay que ponerle remedio inmediatamente porque si no se descansa cada noche, el estrés se agudiza y se convierte en crónico. Practica deporte. Una hora de ejercicio al día ayuda a liberar la adrenalina y despejar la mente. No se debe competir cuando se padece estrés pero es ideal como afición. Lógicamente a cada persona le atrae un tipo de deporte. Hay que dialogar con los demás y aprender a contar lo que nos pasa quita tensiones. Sin duda el sexo también mejora nuestra salud, pues aumenta la producción de endorfinas, que mantienen el ánimo elevado. Por eso, nadie debería decir que aquí afirmamos que el sexo mejora nuestra actitud ante la crisis, sino que se convierte en un elemento positivo pues indica que sabemos separar relación humana y comportamiento globalizado ante el drama de la depresión económica. De la misma manera que es fundamental aumentar el tiempo de juegos en casa y las relaciones de comunicación en la pareja.