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Cristiano Ronaldo: «He cumplido mi sueño de niño»

«Es impresionante, me tienen cariño y voy a tener más presión aquí que en Manchester», reconoció el portugués. 

Cristiano Ronaldo: «He cumplido mi sueño de niño»
Cristiano Ronaldo: «He cumplido mi sueño de niño»larazon

Cuando los periodistas sacan sus móviles para hacer fotos personales, cuando el público, con gritos de que «bote Ronaldo» no permite a Florentino Pérez continuar su discurso, cuando los aficionados saltan como locos por la presa, que es Ronaldo, cuando la chica del programa «Sé lo que hicisteis», que ha dado dos besos al futbolista, se abraza con su compañera y pega saltos cuando ya no está ante la cámara, es que se ha desatado la locura. Que es la hora de la pasión.«Ha llegado el momento», dijo Florentino Pérez. Toda la tarde, todo el día o puede que todo el último año, la afición del Madrid había estado esperando lo que sucedió ayer. Ronaldo, con el 9 a la espalda, salió del túnel del vestuario ante el delirio de un estadio repleto y preparado para perder la razón: «Ha sido impresionante», dijo después el futbolista. «Es uno de los días más bonitos de mi vida. No lo esperaba».Los aficionados, 75.000, llevaban hora y media sentados en las gradas. «Sí, sí, Cristiano ya está aquí», cantaron al unísono, de una manera atronadora. Todo iba a ser así a partir de ese momento. «Es una imparable fuerza de ilusión y de sueño», había asegurado Florentino Pérez en su discurso, cuando presentó a Alfredo di Stéfano y a Eusebio. «Sois jóvenes – dijo el presidente madridista al público expectante– y debéis ser conscientes de que estos dos son los mejores futbolistas». Como ellos, «Ronaldo es uno de los elegidos», siguió Florentino. Eso fue cuando pudo hablar, cuando Cristiano no había salido al campo. Después, ya casi no fue posible decir nada que se pudiese oír. Ronaldo ya estaba sobre el escenario, mordiéndose el labio y mirando con asombro las gradas del estadio. El jugador portugués estaba impresionado. «Me tienen cariño. Voy a tener más presión aquí que en el Manchester», aseguró después en conferencia de prensa, con buen humor y respondiendo en español, inglés, portugués y saludando en japonés. Antes, en el estadio, había sido distinto: «Buenas noches», dijo bajito. Y el estadio se cayó, como si hubiera metido un gol o hubiese hecho un regate de los suyos. Jugar es lo que le gusta y en cuanto le dieron un balón para firmarlo, se olvidó del rotulador y empezó a dar pataditas, a pasárselo a la cabeza, bajarlo, como un malabarista. Porque sabía que eso era a lo que había ido la masa.Todo estaba programado, como con Kaká y con Albiol, pero la pasión era demasiado grande, había demasiado sentimiento. Cristiano Ronaldo dio una vuelta al campo, como si fuera José Tomás en Barcelona. Fue un paseo clamoroso, que acabó con un beso al escudo del Madrid, como le había pedido el público. «He cumplido un sueño de niño», afirmó. Un niño que ha costado mucho: «Estoy feliz por ser el jugador más caro de la historia. Me siento orgulloso», dijo a los periodistas. Contestó a todo lo que tuviera que ver con el fútbol, pasó de hablar de impuestos y reconoció que no se va a despistar por la noche madrileña, que ha llegado a trabajar y ganar títulos. «Ser del Madrid es especial», añadió. Por eso, el número no es importante. «Yo quería el 7, que es un número mítico, pero el 9 está bien. El que juega soy yo, no el número», dijo.Estuvo mucho tiempo ante los periodistas, muy simpático. Era un terreno que ya conocía. «Para huir de la presión, me quedo en casa, viendo la tele, piernas arriba. A veces es difícil vivir como vivo», afirmó. Ayer se vio. La presentación acabó con varios aficionados saltando la seguridad y yendo a por él. Uno llegó y se llevó una camiseta firmada. Fue el único, los demás hinchas que saltaron se tuvieron que conformar con el polvo de la arena que es estos días el Bernabéu. Sonaba la marcha Radetzky, Cristiano Ronaldo se retiraba a la carrera hacia el vestuario del que había salido. Detrás, le perseguía la pasión.