Investigación científica
Daños Colaterales
No es infrecuente que las crisis sanitarias, aun en estado potencial, se instalen en nuestra sociedad sin aviso. Nos vemos, casi de repente, ante un virus de la gripe que está recibiendo todo tipo de calificativos por su novedad, lo impredecible de su comportamiento, la peculiaridad de su genoma¿ pero, sobre todo, por la ubicación geográfica donde debutó y por la especie animal de la que procede. Y de esos calificativos pueden derivarse daños colaterales, ajenos a lo sanitario, pero cuya importancia no cabe desconocer. Quizá el más inmediato es que se ponga bajo sospecha infundada la carne de cerdo y sus derivados. Va a ser complicado que esta potencial pandemia deje de ser conocida en breve como «gripe mexicana» o «gripe porcina». El porcino ha podido jugar un papel en la ecología y epidemiología de este nuevo tipo de virus. Pero éste dista de ser un virus clásico de la influenza del cerdo y resulta de la reordenación de material génico de virus gripe de varias especies. El calificativo de «porcina» introduce el interrogante sobre la capacidad infectante de los alimentos derivados del cerdo y de la vía digestiva como puerta de entrada al contagio. La comunidad científica no reconoce, ni en ésta ni en otras gripes precedentes, la vía alimentaria como de contagio. Es urgente aclarar estos extremos para evitar daños colaterales¿ Para evitar que se abandone el consumo de carne de cerdo y sus derivados, cuando no existen razones sanitarias para ello. *Director general del Foro Alimentario
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