De Fray Escoba a Piquet

El año sabático rondó por la cabeza de Fernando Alonso, pero volverá a Renault, de donde nunca debió salir. Es preferible escuchar La Marsellesa cada quince días que ver la cara del padre de Lewis Hamilton babeando a pie de podio como si nunca hubiera roto un plato, que parece Fray Escoba. A propósito de padres, el de Alon-so interviene en la carrera de su hijo, nunca dejó de ayudarle y pasó estrecheces por conducirle hasta la Fórmula 1; también el de Hamilton se sacrificó y enredó, pero el del nuevo compañero del asturiano, el ex piloto de Fórmula 1 Nelson Piquet, sólo ha sufrido los sobresaltos propios de este deporte de riesgo mientras seguía al milímetro la carrera de su hijo Nelsinho. Así que, peli- gro, Alonso. Sí, otro deportista con papá, lo cual suele acarrear fatales consecuencias, sobre todo para el vástago, sometido a tal control que, o triunfa por imperativo legal o se desquicia y destroza su carrera o termina segundo, como Lewis, a quien los errores de su segundo padre, Ron Dennis, apearon del triun- fo final, como a Fernando.

En McLaren, Alonso tenía que haber sumado este año su tercer título mundial. En Renault intentará recuperar el tiempo perdido, el trofeo que se le ha escapado, mientras este deporte voraz continúa creciendo en España gracias a él. En un par de semanas, o antes, se anunciará oficialmente que Madrid construirá un nuevo circuito de velocidad en San Sebastián de los Reyes, cerca de la T-4. La Comunidad recalificará el viejo Jarama y con ayuda de Carlos Sainz, y el «efecto Alonso», se obrará el milagro.