Desolación en la Costa Brava

BARCELONA- El hotel Ona Brava, situado en la localidad barcelonesa de Santa Susanna, se convirtió ayer en un desolado centro logístico. Hasta allí fueron traslados los familiares de víctimas y heridos del trágico accidente entre un autocar y dos turismos que sesgó la vida de seis turistas holandeses, explicaron fuentes de la tour operadora Sundio, que organizó la excursión truncada por el trágico siniestro. El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) les ofreció de inmediato ayuda psicológica. La llegada de las familias, que comenzaron a hacerlo ayer por la tarde, fue organizada conjuntamente por Govern y el Ministerio de Asuntos Exteriores holandés que aunaron fuerzas para poner en marcha, con urgencia, un dispositivo para su traslado y acogida. Así lo explicó el cónsul general de los Países Bajos en Barcelona, Jaap Van de Velde, por la mañana al anunciar la creación de un gabinete de crisis para mantener informadas a las familias afectadas y acompañarlas en todo proceso. Al cierre de esta edición, permanecían ingresadas en diferentes centros sanitarios 27 personas. Once de ellas están en estado grave, mientras la salud de otras siete fue mejorando en las últimas hora. La mayoría de los heridos está hospitalizado en el centro de Calella, mientras que los hospitales Germans Trias i Pujol de Badalona, el de Granollers y el de Mataró acogieron a cuatro más cada uno. Hasta la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínic de Barcelona fueron trasladados dos heridos más. En el centro sanitario de Blanes permanecen ingresados dos turistas heridos. Los hospitales de Sant Pau y Vall d'Hebron, así como el Hospital General de Cataluña, en Sant Cugat, y Sant Joan de Déu están prestando asistencia a un herido cada uno. Entre hospitalizados se encuentras dos menores de edad. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores holandés confirmaron que la organización SOS Internacional se encargará de la repatriación de cadáveres.