Vitoria

Detenido por poner una bomba un proetarra al que se rebajó la pena

A Cerain se le redujo la pena de seis a dos años al admitir los hechos que se le imputaban y evitó entrar en prisión.

Detenido por poner una bomba un proetarra al que se rebajó la pena
Detenido por poner una bomba un proetarra al que se rebajó la penalarazon

Uno de los detenidos ayer por la Ertzaintza, acusados de colocar un artefacto explosivo, había pactado la semana pasada con la Fiscalía de la Audiencia Nacional una reducción de la pena que se le pedía por su pertenencia a un «comando» de ETA que suministraba información para atentados.

 

Fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN han subrayado que cuando se produjo dicho pacto, que redujo la condena a dos años, formaba parte de la célula de «kale borroka» que ahora ha desarticulado la Policía Autónoma vasca. No estaba, por lo tanto, desvinculado del mundo de ETA ni, lógicamente, se había arrepentido.

 

La Ertzaintza imputa a Cerain, y al otro arrestado, Ander Arrue, la colocación del artefacto que hizo explosión, durante la madrugada del pasado 11 de mayo, en un repetidor de la localidad alavesa de Mendibil, en el término municipal de Arrazua-Ubarrundia, según fuentes de este cuerpo policial.

 

El artefacto era de los denominados «mixtos», y estaba compuesto por una bombona de camping-gas, aerosoles y material pirotécnico.

 

La explosión provocó una fuerte llamarada y desperfectos de escasa entidad en las instalaciones, sin llegar a afectar a los servicios telefónicos de la zona. Además, se les imputa también a los arrestados su participación en actos de violencia callejera ocurridos recientemente en Vitoria.

 

Las fuentes antiterroristas consultadas señalaron que dada la edad de los detenidos, en la treintena, y los conocimientos demostrados en la confección de la bomba, no se podía descartar que en un futuro próximo pudieran ingresar en ETA.

 

Los agentes de la Ertzaintza registraron los domicilios de Cerain y Arrue y se incautaron de diversa documentación.

 

La citada acción criminal fue asumida por un comunicante anónimo que telefoneó a «Gara». Afirmó que el objetivo era «denunciar la brutal represión» que se producía en Álava y amenazó con que «seguiremos por el camino de la lucha».