Terrorismo

Detenidos dos etarras sospechosos del atentado del sábado

La Razón
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MADRID- A última hora de ayer, persistían las dudas sobre la implicación de los dos presuntos etarras detenidos por la Gendarmería en Chateauneuf de Randon, localidad del sureste de Francia, en los asesinatos de dos guardia civiles el pasado sábado día 1 en Capbreton. Nada más conocerse los arrestos, diversas fuentes dieron como seguro que eran los autores. Incluso el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo una declaración en Nápoles en la que habló de tal posibilidad. Los arrestado son Asier Bengoa López de Armentia, de 31 años, y Saioa Sánchez, miembro del «comando Vizcaya» y una de las etarras más buscadas .

Fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN revelaron, sin embargo, un dato que situaba a los dos detenidos el pasado día 1, fecha de los asesinatos, en los alrededores de Toulouse, a más de quinientos kilómetros de Capbreton. López y Sánchez tenían en su poder unos billetes de autocar de dicha fecha correspondientes a líneas de esa zona. Es habitual que los miembros de la banda terrorista guarden todos los justificantes de lo que gastan ya que los responsable de la organización les exigen que les rindan cuentas al céntimo de cómo gastan el dinero que les entregan.

Esta circunstancia era la que hacía dudar a los expertos sobre la posibilidad de que los arrestados estuvieran implicados en el asesinato de los dos guardias civiles. No obstante, otras fuentes mantenían que era muy probable que estos individuos sean dos de los autores del atentado (hubo un tercero del que no se sabe nada) ya que su aspecto físico coincide con el de las descripción que habrían realizado algunos testigos que los vieron en la cafetería de Capbreton en la que coincideron con las agentes de la Benemérita.

Abundando en esta hipótesis, el comandante de la Gendarmería de Montpellier, Bruno Roguiez, dio como seguro que los dos detenidos participaron en el atentado del pasado sábado en Capbreton por su descripción física. «Son los presuntos autores del doble atentado, corresponden perfectamente a las descripciones y a las informaciones que se nos habían dado», afirmó Roguiez, en declaraciones al diario «Sud Ouest».

Fuentes del Ministerio del Interior consultadas ayer tarde por este periódico recomendaban «tranquilidad» para permitir que los investigadores avancen en su trabajos y aseguraron que cuando se sepa algo en concreto, se comunicará a la opinión pública.

Intento de robo

En el momento de su detención, López portaba documentación falsa y Sánchez un «DNI vasco» a nombre de Amaia Alonso, aunque el cotejo de sus huellas desveló su verdadera identidad. Ambos portaban una pistola de 9 milímetros parabellum y un revólver 357 magnum, cuyo análisis será determinante para saber si están relacionados con el atentado, así como una importante suma de dinero.

Los agentes franceses les seguían la pista desde hace dos días, pues ambos intentaron robar un vehículo en la localidad Gabillou. El propietario del turismo impidió sus propósitos, por lo que los frustrados ladrones continuaron su fuga en un Renault Clio verde. Con este vehículo sufrieron un accidente que les obligó a hacer autostop. Después, tomaron un taxi con el que se dirigieron a la ciudad de Mende, donde pernoctaron anoche en un hotel. Los arrestos, sin embargo, se produjeron en una parada de autobús de Chateaneuf de Randon. Ambos sospechosos habían llegado hasta allí en taxi procedentes de Mende, hasta donde se había desplazado la Gendarmería para arrestarlos después de haber recibido informes que aseguraban que dos individuos que hablaban francés con un fuerte acento español habían sido visto en la zona el día anterior.

Cambio de aspecto

Fuentes de la lucha antiterrorista informaron de que ambos habían intentado cambiar su aspecto. López rasurándose el bigote y la barba y Alonso cortándose el pelo. Lo que los investigadores no han sido todavía capaces de determinar es si lo hicieron tras el intento frustrado de robo de Gabillou o, en el hipotético caso de que fuesen los asesinos de los guardias civiles, tras huir de Capbreton para no ser reconocidos.

Un total de 1.500 gendarmes de los departamento de Aquitania, Languedoc-Rousillón, Auvergne y Midi-Pyrinées, participaron en las tareas de búsqueda.

Asier Bengoa López de Armentia tiene pendiente de cumplir en España una condena de siete años y seis meses por colaboración con banda armada. De 31, natural de Vitoria, ya fue arrestado por el Cuerpo Nacional de Policía el 26 de abril de 1993 durante una operación contra la violencia callejera, aunque fue puesto en libertad posteriormente sin llegar a pasar ante el juez. En agosto de 1994, el Gobierno Civil de Álava le impuso una sanción de cien mil pesetas por participar en una manifestación de Jarrai en la que se produjeron diversos incidentes.

Nuevo arresto

La Policía lo volvió a detener el 1 de abril de 2003, junto a otras ocho personas cuyos nombres aparecían en la documentación incautada el dirigente de ETA Ibón Fernández Iradi, «Susper». A raíz de este arresto, Bengoa fue encarcelado. En un auto del juez Baltasar Garzón el 30 de abril de 2004, el magistrado indicaba que Asier Bengoa era el responsable del «aparato de captación» de ETA en Álava y que había iniciado su actividad de colaboración con la banda en 1999, cuando pasó información a un miembro de ETA sobre un guardia civil y un policía nacional. Su compañera sentimental, aprovechó su trabajo de cuidado de ancianos, en concreto la madre de un guardia civil, para facilitar los datos a Bengoa, quien después los remitió a ETA. Juzgado por la Audiencia Nacional, fue puesto en libertad el 7 de noviembre de 2006, seis días después de la celebración del juicio, pero antes de que saliera la sentencia que se conoció el día 21 del mismo mes.

En esa sentencia se le condenaba a siete años y seis meses de cárcel por el delito de colaboración con banda armada. El etarra aprovechó la puesta en libertad para darse a la fuga y evitar cumplir la parte de la condena que tenía pendiente.