Luxemburgo

El año más amargo de D&G

El año más amargo de D&G
El año más amargo de D&Glarazon

El asunto ya es de dominio público: sobre Domenico Dolce (Polizzi Generosa, Sicilia,1958) y Stefano Gabbana (Venecia, 1962) pesa una grave acusación: la de evasión de impuestos por un valor que podría ascender, según ha trascendido, a 800 millones de euros. La noticia saltó la semana pasada cuando «Il Giornale», propiedad de Paolo Berlusconi, publicó el «bombazo». Dos semanas antes, la pareja de diseñadores exhibía, como desde hace siete años, todo su poderío «fashion» en el Festival de Cannes. Allí atracaron su yate Regina d¿Italia, un lujosísimo delirio flotante con suelos de mármol, grifería en oro con zafiros, valiosas obras de arte... Campañas polémicas En pleno éxtasis festivo y a bordo de su yate, Stefano Gabbana, fiel a su incapacidad para pasar desapercibido, declaraba al «Daily Telegraph» que, al contrario que la mayoría de diseñadores, «a nosotros no nos interesa Michelle Obama; ni siquiera vestirla. La política no nos va». ¿Y crear colecciones para cadenas tipo H&M?: «Ni hablar. No lo necesitamos. Esa forma de rebajarse podría ser peligrosa para nosotros». Lo dicho: la pareja no oculta su afición a montar escándalos. Entre los más recientes, basta recordar la acusación de Armani por haberle copiado un pantalón en el último desfile de hombre de la pareja. «Nos queda mucho por aprender. Pero no de él, desde luego», contestaron. También están sus polémicas campañas de publicidad, tachadas de sexistas o de apología de la violencia. La Guarda de Finanza italiana, un cuerpo militar dependiente del Ministerio de Economía y de Finanzas que desarrolla tareas de policía judicial y seguridad pública en el ámbito económico y financiero, llevaba un tiempo investigándoles. ¿La conclusión? Remitida en forma de informe al fisco italiano, asegura que sus declaraciones de los años 2004, 2005 y 2006 son irregulares. Según la investigación, podrían haber llegado a evadir hasta 259 millones de euros derivados de la venta de la empresa, con base en Legnano, a una de nueva creación llamada Ga.Do. S.R.L. (Dolce & Gabbana al revés), con Alfonso y Dorotea Dolce (hermanos de Domenico) como directores, Maurizio Gabbana (hermano de Stefano) como empleado, y situada en Luxemburgo, un paraíso fiscal. La transacción de venta de la empresa habría generado, además, unos impuestos que ascenderían a 90 millones de euros, de los que tampoco se han hecho responsables hasta la fecha. ¿O sí? Los diseñadores están más que dispuestos a reafirmarse en su verdad ante los 3.800 empleados de las distintas empresas que forman el grupo: «Hemos cumplido escrupulosamente con nuestras obligaciones y pagado lo que teníamos que pagar. Y seguimos decididos a defendernos de una acusación injusta y que nos quiere forzar a pagar algo de lo que no nos sentimos responsables. Son sumas astronómicas que nada tienen que ver con la realidad». Sin embargo, el diario «La Repubblica» ha publicado que la pareja ya ha satisfecho la mitad de esos 90 millones de euros. En cualquier caso, lo cierto es que el supuesto delito, que podría acarrearles hasta 3 años de cárcel, ha destapado todo un entramado empresarial que comenzó en 1985 con la creación de un grupo que aún hoy sigue siendo familiar. La información oficial también revela que la facturación del grupo en el ejercicio fiscal de 2008 ascendió a 1.266,6 millones de euros, lo que supone un aumento de un 21 por ciento con respecto al año anterior. Y los números «buenos» continúan: efectivos globales de 3.828 personas, 116 puntos de venta, un lujosísimo restaurante en Milán... ¿Más novedades? El desfile masculino del próximo 20 de junio o, como ayer mismo anunciaba la agencia de prensa que lleva la comunicación de sus gafas en España, el lanzamiento del modelo Gym, inspirado en el maillot rosa del Giro de Italia. Pero no se confundan: lo del fisco no parece una nueva vuelta de tuerca de la pareja «fashion» para ganar protagonismo. Parece más bien un fiasco.