País Vasco
El bastión de las esencias de la era Aznar
Ha hecho una campaña personal,al margen de eslóganes centristas
No ha levantado la voz ni ha dado nunca que hablar por sus diferencias con la línea oficial de los estrategas de Génova, es decir, con eso que se conoce en las filas populares como el «arriolismo» (en honor al sociólogo de cabecera de la dirección del PP, Pedro Arriola, uno de los padres de la teoría de que no hay que movilizar al contrario, sino mantener un perfil bajo, dejarse llevar y esperar a que el PSOE acabe siendo desalojado del poder).
Y con esa estrategia, compatible con la disciplina y la lealtad a su partido, ha hecho la campaña que quería. Incluso ha materializado los objetivos más complicados si se tiene en cuenta la herencia del Congreso de Valencia del PP y la ruptura entre las dos almas del partido: las fotografías con José María Aznar, con José Antonio Ortega Lara (el funcionario de prisiones secuestrado por ETA que dejó la militancia antes del citado congreso) y con María San Gil, desaparecida de la escena pública tras abandonar la presidencia del PP vasco.
El momento más tenso con la línea oficialista de Génova lo provocaron sus declaraciones en apoyo del cardenal Cañizares por sus manifestaciones sobre el aborto y la pederastia. Hubo quien le hizo llegar el mensaje de que debía matizar sus palabras, de que no convenían electoralmente... Por supuesto, no se enmendó la plana a sí mismo, porque si de algo ha hecho gala en estos quince días de campaña es de la fidelidad a esos principios y valores que ha «paseado» por todas las «plazas» en las que ha toreado. El resultado avala su estrategia y resucita, a la vez, ese pasado del PP que él ha reivindicado sin complejos, dentro de su teoría de que su formación política debe ser la suma de todos, de los duros y de los blandos. Dentro de la actual dirección del PP, es posiblemente el que mantiene una relación más estrecha con Aznar, aunque haya varios más de su misma generación.
La familia,lo primeroen su credo
Mitin de cierre en Madrid. Con más militantes apretados alrededor de la tribuna de los oradores de lo que incluso la seguridad aconsejaba. Y Jaime Mayor amenaza con «hacer algo que nunca ha hecho». Lo repite en varias ocasiones, como si todavía pensara que está a tiempo de desdecirse y no cometer ese exceso. La imprudencia no es otra que colocar los focos por un minuto en su familia, en su esposa y en sus hijos, a quienes agradeció efusivamente su apoyo en esta campaña. Persona conservadora, de firmes convicciones católicas, la familia es su primer mandamiento. En cabecera está también su compromiso con una España fuerte y su obsesión por derrotar a ETA y aislar al nacionalismo radical. Ha llovido mucho desde aquella fotografía con su tío Marcelino Oreja y con cuatro de los compañeros con los que fundó la Unión Centro Democrático del País Vasco: ETA impidió que esa instantánea pudiera volver a captarse. Su historia está marcada por la lucha por la libertad..., y también por su demostrada capacidad para mantenerse a flote, por muy duros que sean los tiempos.
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