Comunidad de Madrid
«El caso Gürtel no hubiera sido posible sin Garzón»
La agenda que lleva es casi inhumana. Vive a matacaballo entre Madrid y Castilla-La Mancha, donde no relaja el paso para que José María Barreda no deje de sentir su aliento detrás de la nuca. Y entre medias aún araña tiempo al tiempo para cumplimentar a otras organizaciones regionales del partido. Así, se entiende que su despacho en Génova esté prácticamente empapelado de fotografías de su hijo y que fuera de micrófono se desahogue. «No hay quien te quite los remordimientos por no estar con él». En su discurso se esfuerza por ser constructiva, por mantener un tono moderado y por reiterar la disposición del PP al pacto de Estado para poner en marcha políticas útiles para salir de la crisis. Pero Zapatero –dice– «sólo está en el marketing y en sacar conejos de la chistera».
–Como española, ¿le gusta la foto de Zapatero con Obama? –Sí; como española, espero de mi Gobierno que mantenga las mejores relaciones posibles con quien es nuestro socio y aliado.–¿Usted se siente más cerca de Obama o de Merkel? –La cercanía con la canciller alemana obedece a nuestra común pertenencia a la UE y al PPE. La considero un referente. Lo ha sido en la última reunión del G-20. La esperanza que surge con el presidente de EE UU puede ser un impulso para la situación económica.–¿El PP apoya que se manden más tropas a Afganistán? –En marzo de 2007 el Gobierno desestimó una moción del PP para aumentar los medios y recursos humanos y materiales en Afganistán. Desde entonces hasta aquí, el Gobierno ha rechazado en numerosas ocasiones que España aumentase sus efectivos en ese escenario de guerra. De hecho, en la Cumbre de la OTAN de abril de 2008 en Bucarest, Zapatero reiteró que la presencia militar española era suficiente. Nosotros lo que exigimos sobre esta cuestión tan importante es más información, más transparencia y que se diga la verdad sobre la naturaleza de la misión.–Hay quienes empiezan a temer que la falta de respuesta política a la crisis pueda acabar consolidando la desafección de los ciudadanos hacia el sistema. –Cuando hay una crisis, los ciudadanos buscan referentes políticos. Y en España lo están encontrando en el PP. –Desde esa posición que usted califica como de «referencia», ¿podría poner nombres y apellidos a las medidas que adoptaría el PP en el plano laboral para corregir la sangría de parados? –Bajaríamos el impuesto de sociedades a las pymes o concederíamos una ayuda especial a los ayuntamientos, condicionada a que paguen las deudas que tienen contraídas con las empresas españolas. Lo que no tiene sentido es tirar el dinero, como ha hecho Zapatero, en obras menores e innecesarias. También pondríamos en marcha una reforma laboral.–¿Con qué propuestas de partida se sentarían en la mesa de negociación? –Hay que movilizar el mercado laboral. Hay que hacer algo parecido a lo que ya hicimos en 1996. Entonces transformamos muchos contratos laborales en indefinidos y terminamos con los contratos basura. Aquello sirvió para que se crearan cinco millones de puestos de trabajo. –¿En qué situación cree que estará España cuando salga de la crisis? –Si seguimos por este camino, la herencia de Rodríguez Zapatero será muy mala. Si no se hace nada, vamos a volver a los tiempos del 96, con un paro del 23 por ciento y un déficit de casi el 7 por ciento. Nosotros estamos dispuestos a ayudar, pero no podemos respaldar medidas que son completamente equivocadas. –¿Qué va a hacer el PP con el lío de Caja Madrid?–El Gobierno ha intentado matar moscas a cañonazos con un recurso de inconstitucionalidad que es un disparate jurídico, ético y político. Ha creado una situación de inseguridad muy importante que no sé que consecuencias tendrá. Sin duda que la salida pasa por que Caja Madrid actúe de forma completamente despolitizada.–Pero si algo ha hecho que se politice ha sido la pelea entre Aguirre y Gallardón, ¿no cree? –Está en vías de solución. –¿Están negociando un acuerdo? –Habrá una solución que será la mejor para los depositantes, los ahorradores y los inversores. –¿Hay que entender que la dirección del PP ha instado a la presidenta madrileña a que busque el consenso con el alcalde? –El acuerdo debe tener como fundamento básico el interés de los ahorradores y de los depositantes, y creo que se va a conseguir pronto. –¿Así se lo ha exigido Rajoy?–Los dos lo tienen muy claro. –«Caso Garzón» y «caso Gürtel». ¿O para el PP no son dos casos distintos? –La «operación Gürtel» no hubiera sido posible sin Garzón. –Pero hay unos indicios de supuesta corrupción en las faldas del PP que están ahí, con independencia del nombre de Garzón, ¿no? –Eso lo tienen que decir los tribunales. Yo no puedo negarlo ni afirmarlo. Mi partido ha actuado con transparencia y ejemplaridad y está muy tranquilo. Si se demuestra que hay personas que no han obrado como debían, haremos lo que tengamos que hacer. Pero todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia y a su defensa. Ésas son las reglas en un Estado de Derecho. –El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha visto indicios de cohecho y tráfico de influencia en tres diputados autonómicos. ¿Qué reflexión le merece esta otra posición judicial? –Si los hechos se demuestran, si los indicios se transforman en pruebas y las pruebas en sentencias condenatorias, las asumiremos y actuaremos en consecuencia. Nosotros somos los principales interesados en que se aclare todo lo antes posible.–¿Hasta que no haya sentencias firmes no se adoptarán más decisiones en el plano interno? –Hay que esperar a ver qué deciden los tribunales. Ya no corresponde hacer nada más. –¿Ni siquiera con el tesorero nacional? ¿Y si su caso es remitido al Tribunal Supremo? –En el auto de Garzón sólo hay una correlación de indicios que no están acreditados con nada y que no están avalados ni siquiera por la Fiscalía. No tienen una correspondencia con pruebas. Las cosas hay que probarlas y, entretanto, para el PP prevalecerá el principio de la presunción de inocencia.–Pero ese principio no ha prevalecido en otros casos. A los alcaldes de Madrid se les animó a dejar sus cargos. También ha dimitido el consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid. Por eso les reprochan que utilicen una doble vara de medir. –No es lo mismo una situación de imputación que otra, como la del señor Bárcenas, en la que no hay ni siquiera un escrito de la Fiscalía acusándole de nada. No está ni imputado ni acusado.–En cualquier caso, no son ni uno ni dos los dirigentes de su partido que creen que el tesorero nacional debería haberse apartado del cargo hasta que se aclare todo para evitar el desgaste del PP.–Estoy segura de que el PP no va a sufrir ningún desgaste por este asunto. Ya hemos dejado claro que actuaremos de forma contundente contra quien quede probado que ha cometido alguna irregularidad. Y el PP como partido no ha cometido ninguna. Esto no es una Filesa. –Más allá de lo que digan los tribunales, ¿no percibe en el fondo del «caso Gürtel» un conflicto entre ética y estética que afecta a su partido?–Vamos a ver cómo termina en el plano judicial. Al político se le exige un plus de ética porque representamos a los ciudadanos. Pero el político no puede renunciar a derechos fundamentales como el de la presunción de inocencia o el de que no haya injerencias políticas en un juicio. –¿Al Partido Popular le parece sensato que exista una especie de Banca pública en manos de 17 comunidades autónomas? –Hoy lo más importante es conocer la situación en la que se encuentra el sistema financiero y empezar a adoptar medidas. Sería bueno modificar también toda la normativa de las cajas para buscar la mayor despolitización posible, pero el paso previo es disponer de la radiografía de la situación actual.–¿Y no podrían sentarse con el Gobierno a discutir las dos cosas al mismo tiempo? –Sería posible. Podríamos hacerlo siempre que viéramos una actitud franca, abierta, leal y constructiva por parte del Gobierno.–¿Debería poner nombres y apellidos a las entidades que atraviesan problemas? –Al menos el Gobierno, porque el Banco de España tiene otras obligaciones con la confidencialidad, tiene que ser transparente con el PP. El problema es su empecinamiento en sostener la mentira a toda costa. De ahí su insistencia en que nuestro sistema financiero no necesita ninguna ayuda, aunque la realidad y el propio Banco de España le contradigan. El Gobierno también se equivoca al no compartir información con nosotros para buscar una solución conjunta. –¿Lo ocurrido en la Caja de Castilla-La Mancha es la punta del iceberg de una crisis en el sistema financiero español? –Nuestro sistema financiero es más sólido que el de otros países. Pero en estos momentos necesita ser reforzado y para hacerlo hay que conocer la situación en la que se encuentra. El Gobierno y, en la medida de lo posible, el Banco de España deben ser claros y transparentes. El problema del Gobierno es que no transmite ninguna seguridad, ni jurídica ni económica, a los inversores. –El presidente del Gobierno ha dicho que ustedes sí están informados. –No es verdad. Al Partido Popular se le informó de la decisión de intervenir en la Caja de Castilla-La Mancha, no de lo que estaba pasando, y sólo poco antes de la reunión del Consejo de Ministros. –¿Ha podido haber filtraciones de información, como mantiene José María Barreda, que han desestabilizado la caja? –Es de una desfachatez y de una falta de responsabilidad que no tiene nombre. El Partido Socialista es el responsable de la situación de la caja: gobierna en España, gobierna en Castilla-La Mancha y el presidente de la entidad financiera era un ex diputado socialista. Su estrategia de defensa consiste en decir que es otro el que tiene la culpa. Entre otras cosas, ahora hemos sabido que del dinero que salió de la caja en marzo, la mitad lo retiró la Junta. –Al final no habrá comisión de investigación. –El PP de Castilla-La Mancha pidió una comisión de investigación porque entiendo que es necesario saber la verdad, ya que hay muchas informaciones contradictorias y mucho ocultismo sobre las causas que han llevado a la intervención. El PSOE la ha rechazado en las Cortes de Castilla-La Mancha y creo que con eso está todo dicho.
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