El «ciclón Bruni» llega a España

Madrid- Expectación. La visita del presidente francés, Nicolas Sarkozy, a nuestro país ha causado furor, pero lejos de lo que se podría pensar, no es por él, sino por su mujer, Carla Bruni. Los servicios de protocolo se han visto desbordados ante la avalancha de peticiones para asistir a la cena de gala que Sus Majestades los Reyes ofrecerán en honor del presidente galo y su esposa. El problema es que sólo caben unos 140 comensales, por lo que la lista está ajustada al milímetro. Tanto es así, que, a diferencia de otras ocasiones, muchos de los invitados no podrán ir acompañados.El Palacio Real será el primero en sufrir las consecuencias del «ciclón Bruni». Ante la masiva asistencia de medios de comunicación, los servicios de protocolo, una vez más, se han visto obligados a duplicar la tribuna de prensa que cubrirá la cena oficial. Como era de esperar, a la recepción asistirán los más relevantes representantes de la delegación francesa, así como representantes del mundo del cine y el teatro, la sociedad, la política y la economía con vinculaciones con Francia. Por descontado, la presencia de parlamentarios y demás políticos españoles. Pero, sin duda, lo más esperado son sus encuentros con la Princesa de Asturias y la mujer del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa. Los gestos, el vestuario, las miradas, la forma de caminar, el peinado... todo será examinado al detalle y comentado. Nadie quiere perderse a la primera dama francesa en acción ni a su marido, quien, ya en un segundo plano, tendrá que ocuparse, especialmente, de sus deslices lingüísticos y errores de interpretación.Todos los flashes irán dirigidos a la primera dama francesa, tal y como quedó patente en Estrasburgo el pasado mes de abril. Aunque la estrella indiscutible fue Obama, el glamour de Carla Bruni no pasó desapercibido y quedó inmortalizado en cientas de instantaneas. Y lo mismo ocurrió en su visita a Reino Unido. Nuestro país no iba a ser diferente.

PROTAGONISMO.Carla Bruni no pasa desapercibida. Así ocurrió en sus visitas a Reino Unido y la más reciente a la cumbre de Estrasburgo, donde sus apariciones con Isabel II y Michelle Obama dieron la vuelta al mundo.