Cataluña

El Espai Volart presenta las pinturas negras y las instalaciones surrealistas de Enric Ansesa

La Razón
La RazónLa Razón

El artista gerundense Enric Ansesa explora los matices y texturas del negro en la muestra «Rastres i senyals», que se puede visitar hasta el 27 de junio en el Espai Volart de Barcelona. «Utilizo 16 0 17 capas de pintura negra. El resultado no es duro, sino estricto. Intento mostrar un espejo del cerebro del otro. Si entras en ello, entras en acción», dijo ayer el artista sobre su forma de pintar. Ansesa trabaja en un taller de 250 metros cuadrados y ese su límite para crear sus obras. «Necesito mucho desorden en el taller», aseguró. Comisariada por Glria Bosch, la muestra reúne unas 60 obras, la mayoría de los últimos años, entre pinturas, dibujos, poemas visuales e instalaciones. Entre estas últimas destaca «Infinit ritual», en la que una escalera invita a subir «hasta no se sabe donde» y otra dedicada a la memoria histórica, en la que una pala desentierra la arena pegada a una sábana. «Me gustan los objetos, sobre todo las herramientas», aseguró, y alegó que éstas son objetos llevados «a la máxima funcionalidad». Soldaditos a modo de espaguetis servidos en un plato, una pelota de fútbol deshinchada convertida en objeto de vudú y copas rotas que albergan desde un avión de juguete hasta unos dados son algunas de las composiciones de Ansesa que se pueden ver en esta exposición. Sus materiales son siempre botes de pintura negra, pinceles y cajas vacías de medicamentos. De hecho, muchos de sus lienzos contienen pequeñas texturas circulares y negras, como un blíster en negativo. «Dalí vio los bultos como agujeros negros, y se obsesionó, como yo», dijo.