Barcelona

El Gobierno concreta el traspaso de Cercanías en plena precampaña

Blanco da un paso para normalizar las relaciones entre Zapatero y Montilla antes de las europeas 

El Gobierno concreta el traspaso de Cercanías en plena precampaña
El Gobierno concreta el traspaso de Cercanías en plena precampañalarazon

BARCELONA- Justo un mes antes de las elecciones europeas y a siete días del Debate del Estado de la Nacion, el ministro de Fomento, José Blanco, movió ayer ficha para normalizar las relaciones entre los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla. En precampaña, Blanco viajó a Barcelona, en AVE, para desbloquear el traspaso de Cercanías de Renfe, el mismo que un día Zapatero pudo prometer y prometió que se haría efectivo en enero de 2008. Finalmente, ayer, tras una reunión de hora y media con el presidente de la Generalitat, el nuevo ministro de Fomento anunció que Cataluña gestionará Cercanías a partir del 1 de enero de 2010. El traspaso se formalizará el 7 de julio en el marco de la comisión bilateral entre el Gobierno y la Generalitat. Las competencias que se materializarán con esta transferencia, una de las más significativas del Estatut, incluyen la regulación, planificación, gestión, coordinación e inspección de los servicios de Cercanías, y la potestad tarifaria.Traspaso «engaño»Pese a las caras de satisfacción que expresaban ambas partes, el traspaso que Blanco y Montilla anunciaron para el próximo año no dará a la Generalitat manga ancha para gestionar a su libre albedrío Cercanías. Y no lo hará porque el Estado tiene firmado un contrato-programa con Renfe hasta diciembre de 2010. Así las cosas, el 1 de enero de 2010, la Generalitat reemplazará al Gobierno en el actual contrato que el Estado tiene suscrito con Renfe. Cuando éste expire, en diciembre de 2010, el Govern decidirá si cuenta con Renfe para gestionar Cercanías. El mismo Montilla explicó que el acuerdo no obliga a la Generalitat a quedarse con Renfe de por vida como operadora. Sobre la mesa hay tres posibilidades, seguir con Renfe, crear un consorcio Renfe-Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña o crear una Renfe catalana. Esta posibilidad abre un conflicto con los trabajadores a los que no les convence pasar a trabajar a una empresa más pequeña y con menos proyección laboral. «No podremos aspirar a trabajar en líneas de largo recorrido o en el AVE», protestaron los sindicatos.Otro punto conflictivo es el dinero que Fomento tiene que dar a Cataluña para poner al día Cercanías. A través del plan de Cercanías, Fomento se comprometió en febrero a invertir 4.000 millones de euros hasta 2015 –un 34,8 por ciento menos de lo que prometió Carme Chacón en plena campaña electoral de 2008–. Quedará pendiente el coste del traspaso. Para negociar este tema Gobierno y Generalitat se las verán en una comisión mixta que tiene el encargo de hacer efectivo «una tranferencia de enorme complejidad técnica y jurídica», en palabras de Blanco.Desde la oposición, PP y CiU tacharon el traspaso de «engaño». Alberto Fernández avisó de que el traspaso pretende ser un «balón de oxígeno» para los socialistas de cara a las europeas, donde se la juegan en plena crisis y ante un PP al alza según los sondeos. Y Oriol Pujol alertó de que un traspaso incompleto puede «empeorar el actual servicio ferroviario.