País Vasco

«El País Vasco no es Perejil ni un islote donde clavar estandartes de conquista»

La iniciativa nacionalista concluyó con el despliegue de una gran ikurriña en la cima del monte.

El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ayer, en la cima del monte Gorbea
El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ayer, en la cima del monte Gorbealarazon

BILBAO- El pasado 18 de junio, un grupo de militares del Ejército de Tierra concluía una marcha en la cima del monte Gorbea, en Vizcaya. Y como manda la tradición montañera, al coronarlo instalaron una bandera de España durante unos minutos. La acción, que contaba con los permisos de todas las autoridades pertinentes, (amén de que se desarrollaba en territorio español) y que estaba planificada desde meses atrás, sentó en el PNV como una provocación. Tanto que no sólo registraron tres preguntas al respecto en el Congreso, sino que ayer organizaron una «reconquista» del monte. Al frente de la marcha reivindicativa se puso el presidente del PNV, Íñigo Urkullu. Engalanados con ikurriñas de todos los tamaños, los participantes, entre los que se encontraban líderes del partido como Andoni Ortuzar, Josu Erkoreka e Izaskun Bilbao, alzaron la voz para criticar la colocación de la bandera española en el Gorbea. Urkullu no dudó en señalar que el País Vasco «no es Perejil ni un islote en el que algunos claven su estandarte como signo de conquista». La marcha se desarrolló, según Urkullu, «en paz, con respeto a los demás, a la historia y a la naturaleza» y concluyó con el despliegue de una gran ikurriña. Los nacionalistas idearon el acto como una reivindicación de la bandera «que, para la mayoría de vascas y vascos, es símbolo de un sentimiento noble, el compromiso de esa Euskadi en rojo de pasión, de libertad, verde de esperanza y del desarrollo, de confianza en nuestra gente, y blanco de paz, de respeto». Urkullu también quiso recordar a los «gudaris que hace más de 70 años dieron su vida por la legalidad y su país en este lugar emblemático por los siglos de los siglos», y destacó el carácter simbólico de la Cruz de Gorbea al afirmar que «el Partido Nacionalista Vasco reafirma hoy, 4 julio de 2009, que no hay patria, ni religión, ni proyecto vital que justifique la muerte».