Cataluña

El PP gana por casi cuatro puntos y 580000 votos

Los socialistas pierden en estas elecciones la ventaja porcentual que le habían sacado en las generales de 2008

El PP gana por casi cuatro puntos y 580.000 votos
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Primer triunfo de ámbito estatal del PP desde las elecciones de 2000. Y significativa derrota que debe llevar a la reflexión al PSOE en la primera meta volante en la carrera para las próximas elecciones generales, en la que no había ningún gobierno en juego. Dos escaños a favor de los populares. Y 3,72 puntos en porcentaje de voto, que se traducen en 583.515 papeletas. El PP da la vuelta a la diferencia porcentual de las generales de 2008. Además, la radiografía general de estos comicios europeos confirma que el vendabal de la crisis sopla a favor del centro-derecha, esté en el Gobierno o en la oposición.
España no fue por mucho el país que menos votó de la UE, sino que se situó por encima de la media. Claro que la abstención se hizo notar, pero sin llegar a producirse ese descalabro que pronosticaron algunos sondeos y que trajo de cabeza a los partidos en los últimos días de campaña por la incertidumbre añadida a sus previsiones.
La participación alcanzó el 46 por ciento, unas centésimas superior a la de los anteriores comicios de 2004. En esta cita con las urnas los dos partidos nacionales se habían fijado como principal objetivo movilizar a su granero electoral y echaron mano del «todo vale» para conseguirlo. Vista la movilización ciudadana por comunidades autónomas, la estrategia del PP ha sido más eficaz que la del PSOE a la hora de llevar a los suyos a las urnas. En Valencia han sacado quince puntos de distancia al PSOE, y trece en Madrid.
La utilización por enésima vez del voto del miedo y de la confrontación ideológica por parte socialista no ha funcionado esta vez para silenciar la crisis y otros debates que irrumpieron según se aproximaba la fecha electoral. El PP, por contra, ha conseguido que, como ya ocurrió en las elecciones gallegas, no le perjudique el ruido de la corrupción ni del «caso Gürtel». Aunque aún tiene un asignatura pendiente en feudos claves en unas generales, como Cataluña. La gran incógnita de ayer era conocer el efecto político de la crisis, el voto de castigo y si empieza un cambio de ciclo. Y la respuesta de las urnas es que el cambio de tendencia es evidente, aunque no se pueda interpretar como un vuelco político. Los socialistas pierden más de 700.000 votos, y casi cinco puntos, con respecto a las anteriores europeas, mientras que el PP gana algo más de 200.000 votos.
Este resultado refuerza a Mariano Rajoy y le abre una etapa en la que sin tener que rendir cuentas internas podrá seguir jugando a sacar rédito de la debilidad parlamentaria del Gobierno. El PSOE ve las orejas al lobo y sabe que una de sus prueba de fuego llegará este otoño, con el debate de los Presupuestos. CiU y PNV ya velan armas para tensar aún más la cuerda.