Medidas económicas
El PP prepara su «no» a la propuesta del Ejecutivo
MADRID- La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, señaló ayer las tres condiciones necesarias para que el PP apoye, y vote, por tanto, a favor, del nuevo modelo de financiación autonómica que en estos momentos el Gobierno negocia con las comunidades: que no provoque una subida de impuestos, que garantice la igualdad de los ciudadanos vivan donde vivan, y que sea aprobado por unanimidad.Éste fue uno de los puntos del orden del día de la reunión del Comité de Dirección del PP, que presidió Mariano Rajoy, y en el que también se abordó el debate sobre el futuro de la energía nuclear y el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que hará una nueva ley para regular la vida útil de cada central nuclear. Inevitablemente, porque la necesidad de recursos afecta a todas las comunidades, las gobernadas por el PP también se han sumado a la subasta para incrementar su financiación a costa de las arcas del Estado. Y, de momento, jugando con las cartas que están destapadas encima de la mesa, entre lo poco que hoy hay en claro es que no todas saldrían beneficiadas por igual del reparto. Galicia y Castilla y León ya han decidido hacer causa común para defender la suficiencia, la igualdad y la corresponsabilidad fiscal. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, denunció ayer, tras reunirse con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que no había sido informado de las cifras de la nueva financiación autonómica que planea el Ejecutivo, pero que tiene «la impresión» de que su comunidad «sale perdiendo», por lo que a día de hoy «no firmaría» la reforma del sistema. Otras comunidades, como Madrid y Valencia, podrían, sin embargo, salir mejor paradas de la batalla por la financiación abierta por el Gobierno. La dirección del PP tiene por delante el reto de conjugar los intereses de sus distintas comunidades sin romper la coherencia de su discurso nacional como partido, y que tiende a desmarcarse con contundencia de la gestión del Ejecutivo de este delicado asunto. Si ya es difícil poner de acuerdo a todas las comunidades en tiempos de bonanza, negociar un nuevo modelo de financiación en tiempos de crisis económica suena casi a suicida por parte del Gobierno central.Mientras sus comunidades siguen a la espera de ver qué les cae en el reparto, la dirección popular instó ayer al Gobierno y al PSOE a afrontar la reforma de la financiación autonómica como si se tratara de un pacto de Estado.De Cospedal reclamó un modelo con «garantías de estabilidad en el tiempo», de tal forma que «no cambie al albur de distintos Gobiernos». Denunció, asimismo, el «oscurantismo» y «la ausencia de pauta» de la estrategia del Ejecutivo. Fuentes de la dirección popular sostienen que sus presidentes autonómicos siguen sin conocer las cifras y que a cada uno se le ha «vendido una moto distinta». El PP podría votar en contra, pero dejar margen a sus comunidades para actualizar sus cuentas.
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