Lisboa

El primer ministro checo presentará su dimisión al euroescéptico Vaclav Klaus

El primer ministro checo, Mirek Topolanek, presentará esta tarde la dimisión de su Gobierno ante el presidente del país, el euroescéptico Vaclav Klaus, lo que abre la posibilidad de elecciones anticipadas y amenaza con bloquear la ratificación del Tratado de Lisboa.Según fuentes oficiales, la renuncia del Ejecutivo de conservadores, democristianos y verdes será oficializada en el Castillo de Praga, sede de la Presidencia, a las 15.00 hora local (14.00 GMT).El Gobierno liderado por Topolanek cayó por una moción de censura impulsada en el Parlamento por los opositores socialdemócratas de Jiri Parobek, en medio de la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE) que ostenta este semestre la República Checa.Los medios checos especulan hoy sobre lo que decidirá Klaus a la hora de elegir, como le corresponde por ley, a la persona a la que encargará la formación del nuevo gobierno.La situación ha despertado preocupación en el seno de la UE porque, entre otros, añade nuevas incertidumbres al destino del Tratado de Lisboa, que requiere aún de la ratificación checa (e irlandesa) para ser vinculante.El Partido Democrático Ciudadano (ODS), mayoritario en la Cámara alta, planea posponer la tramitación del documento comunitario hasta julio, informaron hoy a Efe fuentes de la citada formación.La propuesta surgió en una reunión del grupo parlamentario conservador mantenida la víspera, donde los opositores al texto comunitario fueron superiores en número a los del ala más proclive a la ratificación.Por otro lado, sólo es necesario el voto de unos seis senadores conservadores para que la ley de rango constitucional (que ratificaría el documento) obtenga en el pleno la mayoría cualificada de 3/5, necesaria para estos casos.La ratificación del Tratado de Lisboa en la Cámara baja, que tuvo lugar el pasado 18 de febrero, hizo que un diputado conservador, Jan Schwippel, votara contra su Gobierno en la moción del martes, y contribuyera así a su caída.Klaus, enemigo acérrimo del Tratado de Lisboa, podría intentar favorecer un gobierno de consenso que al menos bloqueara la ratificación hasta las próximas elecciones legislativas ordinarias, en junio de 2010, o anticipadas.