El puzzle de Guardiola

BARCELONA- En su primer año sentado en un banquillo de alto nivel a Pep Guardiola le toca superar retos nada sencillos. En los próximos cuatro partidos, el Barcelona se juega tres títulos. El excelente trabajo realizado durante todo el año no habrá servido para nada si el conjunto azulgrana no da la talla en la próxima semana y media. El Bernabéu, Stamford Bridge, el Villarreal y la final de Copa. Cuatro citas que marcarán el éxito o el fracaso de un equipo cuyo fútbol ha sido, hasta ahora, incontestable.Guardiola ya ha demostrado con creces que sabe lidiar con un vestuario plagado de egos. Lo ha manejado a la perfección en los buenos y en los malos momentos. Ha hecho que lo que el año pasado era un grupo de jugadores sea ahora una piña. Ha metido en cintura a una bestia como Etoo, que incluso tuvo que ser expulsado de un entrenamiento por su comportamiento, pero que ahora parece un manso corderito. Pero en este tramo decisivo de la temporada se le presenta un gran reto a nivel táctico. La lesión de un jugador, de Rafa Márquez, ha roto casi todos los esquemas del de Santpedor.El mexicano era una pieza básica en el esquema del Barça. Su gran capacidad para sacar controlado el balón desde atrás, su apoyo al centro del campo cuando el rival presiona y su valía en las jugadas a balón parado le convertían en el defensa más valorado por Guardiola. Pero Márquez no volverá a jugar hasta la temporada que viene, se ha roto el menisco de la rodilla izquierda, y toca rediseñar la defensa.A Guardiola se le plantean diversos problemas. Él quiso tener una plantilla corta y después de tantos partidos este factor puede convertirse en un problema por falta de recambios. Sin Márquez, Puyol y Piqué quedan como los únicos centrales natos de la plantilla a ojos del técnico. Cáceres no cuenta y de Milito no hay noticias. Ha pasado un año y un día desde su lesión y el argentino sigue sin entrenar con el grupo. Su recuperación es un misterio. Y el uruguayo no ha aprovechado las pocas oportunidades de las que ha dispuesto y, seguramente, se irá cedido la próxima temporada.Por eso, ahora que los partidos se acumulan, que el cansancio aparece en las piernas de los jugadores, Guardiola se ha quedado sin margen de maniobra. En el clásico formará con Puyol y Piqué en el centro de la defensa. Pero el capitán no podrá jugar el miércoles en Londres, y Abidal es el que tiene todos los números para formar pareja con Piqué, dejando para Sylvinho el lateral ante el Chelsea.Piqué está siendo la sorpresa agradable de la temporada. Ha madurado mucho más rápido de lo esperado y ha sujetado a la defensa él solo muchos partidos. Guardiola pretendía hacerle descansar en el Santiago Bernabéu para que se enfrentara a Drogba y compañía descansado, pero no va a ser posible.El Barça es consciente de que, perdiendo en Madrid, seguirá líder de la Liga, pero una derrota ante el Chelsea les deja fuera. Por eso el técnico azulgrana no descarta hacer alguna prueba en defensa en el partido ante el Real Madrid dependiendo de cómo se desarrolle el encuentro. A Abidal le faltan minutos en el centro de la defensa y en Stamford Bridge su concurso será fundamental. Es el auténtico puzzle de Guardiola.