ERE
El sastre de la «Gürtel» alaba la labor de Garzón
El ex empleado de Forever Young asegura que la empresa aprovechó el «caso Gürtel» para despedirle.
La expectación era mayúscula a las puertas de los Juzgados de lo Social de Madrid. Pero no se esperaba a Arnaldo Otegi ni a ningún político de relumbrón con problemas con la Justicia. Los objetivos de las cámaras apuntaban a José Tomás, el sastre del «caso Gürtel» (la supuesta trama de corrupción vinculada al PP), el mismo que acusó al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, de aceptar trajes a medida pagados por el supuesto líder de la red, el empresario Francisco Correa.Ayer, sin embargo, Tomás (ex responsable de la cadena de tiendas de Forever Young) se veía las caras en un juicio con su anterior empresa, a la que acusa de despido improcedente.Tras su comparecencia judicial habló, claro, del «caso Gürtel» y se mostró confiado en que «a la Justicia no se le puede engañar». Incluso tuvo tiempo para aplaudir la investigación llevada a cabo por el juez Garzón y por la Fiscalía Anticorrupción. «Desde el primer momento se ha hecho una muy buena instrucción», señaló. Y eso que mantiene que su empresa aprovechó el «caso Gürtel» para despedirle, hasta el punto de que su abogado, Luis Zumalacárregui, lo considera «un chivo expiatorio». Antes, en presencia de la juez, su antiguo jefe, Eduardo Hinojosa –consejero delegado de Forever Young– le acusó de falsificar facturas y de dejar un agujero de más de medio millón de euros (la mayor parte a cuenta de devoluciones de prendas que no se justificaron). Varios ex empleados (despedido por la empresa) que declararon como testigos afirmaron que Tomás no se encargaba de hacer las facturas y que ni siquiera sabía utilizar un ordenador. Sin embargo, la directora de una de las sucursales de Forever Young declaró que Tomás «no hizo bien las cosas» y consignó devoluciones «sin que hubiese una venta anterior». Además, relató que tras las vacaciones de verano de 2008 lo notó «muy nervioso y alterado».«¡Que se investigue también a chaves!»El alboroto de cámaras a las puertas de los Juzados no pasó desapercibido para nadie, aunque algunos no tenían muy claro quién era el objetivo de tanto revuelo. «¡Sí, hombre, es el sastre de José Tomás!», explicaba a su acompañante un hombre que no era capaz de encajar el puzzle. Otros, sin embargo, parecían estar más al día. «¡Es el que le hacía los trajes a Camps!», gritaba orgulloso un joven.Pero la expectación que despertó Tomás a alguno le pareció un agravio en relación a otros supuestos casos de corrupción. «¡A Chaves, que se investigue también a Chaves!», se desahogaba un hombre.
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