El sistema de dilución previa reduce el impacto de la salmuera

Tras seis años de funcionamiento de la desaladora por ósmosis inversa de Jávea (Alicante), los expertos valoran positivamente su sistema de gestión del agua hipersalina -uno de los inconvenientes de la desalación- por su menor impacto ambiental respecto a otros métodos. Ubicada en una zona de especial sensibilidad al vertido, destaca por ser la primera planta del mundo en optar por la dilución previa de la salmuera con agua fresca marina. Con ello busca minimizar la posible influencia de altas densidades de sal sobre la Posidonia oceánica, un endemismo vital en el equilibrio de este ecosistema. Posidonia En el marco de la V Conferencia sobre Gestión del Agua, celebrada esta semana en Valencia, Fernando Cortabitarte, director de Operaciones y Mantenimiento de Desaladoras de Acciona Agua, explicó cómo la eficacia de este sistema de vertido radica en la inyección previa de aguas superficiales de mar al vertido de salmuera en una proporción de una parte por cada cuatro y el posterior bombeo hacia el Canal de la Fontana, donde emerge mediante difusores. El Canal, antaño zona degradada por el mal olor de los fangos y la abundancia de mosquitos, es hoy una zona de recreo en la que navegan barcas y hay pescadores. Por su parte, Miguel Torres, jefe de Área de Calidad de Aguas de Cedex, apostó decididamente por el modelo de Jávea y apuntó que los siguientes pasos se orientan a mejorar la eficiencia energética y la investigación en torno al mantenimiento de las membranas que filtran el agua. La salmuera supone una amenaza para la biodiversidad, sobre todo para la flora por su estatismo inherente. En este sentido, José Luis Sánchez Lisazo, profesor del Departamento de Biología Marina en la Universidad de Alicante, manifestó que «aunque se han obtenido resultados que evidencian las óptimas condiciones en que se hallan las poblaciones de Posidonia, es necesario continuar con los análisis de control e incrementar las zonas y periodos de estudio».