Déficit del Estado
El superávit de la Seguridad Social cae un 24% y el Estado ya tiene déficit
La crisis económica y la destrucción de empleo siguen haciendo estragos no sólo en las cuentas del Estado sino también en las de la Seguridad Social, tanto que el Gobierno aseguró ayer que modificará sus previsiones para los próximos tres años en junio y mostrarán un mayor déficit y un menor crecimiento. En sólo tres meses (hasta marzo) el Estado registró un déficit del 0,69% del PIB hasta los 7.589 millones de euros, frente al superávit de 3.387 millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior. La última previsión oficial del Gobierno, realizada en enero, calculaba para este año un déficit para el conjunto de las Administraciones Públicas (Estado, comunidades autónomas, Ayuntamientos y Seguridad Social) del 5,8% aunque el Banco de España advirtió el mes pasado que ese saldo podría alcanzar el 8% del PIB, mientras que el Instituto de Estudios Económicos (IEE), lo eleva al 10%. «Medidas excepcionales» Según explicó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, estas cifras son consecuencia de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno para aumentar la liquidez de empresas y familias, además de la caída del 11,9% de la recaudación neta, hasta los 45.550 millones de euros, debido a la crisis económica. Según Ocaña tener un déficit «abultado temporalmente» no supone ningún problema cuando se han tomado «medidas excepcionales» y no estructurales. Entre estas medidas recordó Ocaña, la del Fondo de Inversión Local que supuso 8.000 millones de euros y cuyo objetivo es, según el Gobierno, dar empleo a 400.000 personas. Ocaña avanzó que desde ahora y hasta otoño se estudiará si tiene sentido mantenerlo. Por otro lado apuntó a la obligación del Gobierno de reequilibrar las cuentas públicas de aquí a 2012 para situar el déficit por debajo del 3% como establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La UE aprobó ayer formalmente la apertura a España de un procedimiento sancionador por su déficit excesivo. Los ingresos obtenidos por impuestos directos cayeron un 10,7%. Destaca el IRPF con una caída del 9,7%, afectados según Ocaña, por la pérdida de empleo y por la moderación salarial, aunque también por el impacto «muy significativo» de la deducción de 400 euros aprobada el año pasado. Mientras que la recaudación por el impuesto de Sociedades cayó un 32,3%. En cuanto a los indirectos, éstos se redujeron un 21,6%. Destaca el IVA cuyos ingresos bajaron un 26,2%, lo que refleja por una parte las devoluciones mensuales por este tributo, que están suponiendo 600 millones de euros al mes, aunque también reflejan la «reducción generalizada» del consumo. A los números rojos del Estado, se une la caída del superávit registrada por la Seguridad Social del 24,1% hasta los 8.249 millones de euros en los tres primeros meses del año, frente al superávit de 10.876 millones del año anterior. La destrucción de empleo ha dañado las cuentas de la Seguridad Social, lo que reabre el debate surgido tras las declaraciones del gobernador del Banco de España que auguraba que la Seguridad Social entraría en déficit este año y que tanta polvareda generaron. Este superávit fue resultado de unos ingresos de 31.008 millones de euros, que disminuyeron el 2,51%, frente a unos gastos de 22.758,76 millones de euros, que aumentaron el 8,73%.
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