El ultra Geert Wilders convence a Países Bajos

Un nombre propio se impuso por encima de las siglas de los partidos en la votación europea en Países Bajos. El polémico político Geert Wilders atrajo todos los titulares al ser, en sus primeras elecciones para el Parlamento Europeo, el segundo partido más votado. Su discurso populista, claramente xenófobo y antieuropeísta, sedujo al 17% de sus compatriotas, que acudieron a votar el pasado jueves, lo que le llevará a colocar cuatro diputados en la Eurocámara.
La mayoría de los votos continuó en manos de los cristianodemócratas (CDA), el partido del primer ministro Jan Peter Balkenende. No obstante, sufrieron una caída de cinco puntos hasta retener un 19,9% de los votos, que les dará cinco escaños. El mayor descenso cargó sobre el lomo de sus socios en el gobierno de coalición, los laboristas del PvdA, que bajaron más de diez puntos hasta el 12,1% y se quedaron en tres asientos.
Según señaló la prensa holandesa, la falta de claridad respecto al mensaje de los dos grandes partidos mantuvo en sus hogares a su electorado, mientras que la nitidez del discurso totalmente contrario a la ampliación de la UE de Wilders movilizó a parte de la población de Países Bajos. Además, intentaron competir con él en su crítica a las deficiencias de las instituciones comunitarias, un campo en el que el euroescepticismo sin complejos de Wilders dio mayores zancadas.
La claridad de los cantos de sirena del Partido para la Libertad (PVV), la firma electoral del líder racista, cuyas ideas le valieron la prohibición de entrar en Reino Unido, también empapó a otras formaciones en la dirección opuesta. La otra cara de la moneda la protagonizaron las formaciones de los verdes Groen Links (GL) y los liberales del D66 que caminaron hacia las urnas portando la defensa de la UE como uno de sus argumentos.
La abstención fue otra de las ganadoras de estas elecciones europeas, al caer la participación de un 40%, de los pasados comicios de 2004, hasta un 36,5%. Los 25 escaños totales que se repartieron son dos menos de los que Holanda tenía hasta ahora, ya que la aplicación del Tratado de Niza durante la formación de la próxima cámara eliminará 50 asientos del hemiciclo.