En busca de la casa solar del futuro

Los edificios consumen el 40 por ciento de la energía final que gasta la UE y son los responsables del 36 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. El futuro de la ecología pasa por ciudades más «verdes», en las que el gasto energético sea cero. No se trata de tomar el café frío por la mañana o ducharse con agua congelada, sino de que los edificios generen in situ toda la energía que se consuma sin menoscabo del confort. No es ciencia-ficción. A partir de 2019 los nuevos edificios residenciales, de oficinas y servicios que se construyan en la UE tendrán que generar por sí solos la energía que demanden los que lo habitan. Para llevar a cabo esta medida, aprobada por el Parlamento Europeo, sirve todo, aislantes, triple ventana, iluminación y electrodomésticos eficientes, etcétera.Estas medidas de arquitectura pasiva, así como la orientación de la misma, permiten reducir el derroche energético de la vivienda (en este suplemento se ha citado el ahorro de hasta un 97 por ciento sólo con sistemas pasivos). Y el ahorro puede ser del cien por cien o incluso se puede vender la energía sobrante a la red si se añaden paneles solares, miniaerogeneradores, así como con el uso de la termosolar y la geotérmica. «La tecnología que requiere una vivienda para que esté bien monitorizada no supera el 5 por ciento del coste total de la casa y, sin embargo, permite ahorros de entre el 30 y el 40 por ciento del consumo energético». Así lo aseguró José Manuel Paez, vicerrector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), durante la presentación en Rivas Vaciamadrid de la veintena de maquetas que competirán en Madrid en junio de 2010 en la que será la primera edición del Solar Decathlon que se celebra fuera de Estados Unidos.Todas ellas –diseñadas por universidades de diez países de Europa, Asia y América– tienen en común ser autosuficientes y apoyarse del sol, además del resto de medidas pasivas, para alcanzar un gasto energético cero. En definitiva, demostrar que ya hoy, no mañana, se pueden construir casas sostenibles. Así, si en anteriores ediciones del concurso pudieron verse persianas solares, en la de 2010 habrá incluso una casa que, como si de un acordeón se tratara, cambia de tamaño según las necesidades. Se trata de Stretch house, la vivienda con la que concursará el Centro Universitario Ariel de Samaria (en Israel). Inspirada en la tienda de Abraham (uno de los patriarcas del pueblo de Israel), la vivienda, con paneles solares en la cubierta, es capaz de ampliarse y lograr así espacios más cómodos por si reciben visitas (como aquellos tres peregrinos que recibió el personaje bíblico). Y cuando se cierra sólo utiliza la mitad de la energía necesaria para el funcionamiento de una casa.

Más Barata gracias a internetOtra de las maquetas que llaman poderosamente la atención por sus formas es FabLabhouse, del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IaaC). El objetivo del proyecto es «lograr hacer la casa solar más barata del mundo y con la mayor calidad ambiental y social», explica Vicente Guallart, director del IaaC. De hecho, los materiales y la tecnología de esta vivienda de 70 m2 «cuestan entre 120.000 y 150.000 euros», añade. Esto se logrará gracias en gran parte a internet. «Es la primera casa creada digitalmente para que pueda ser fabricada en cualquier lugar del mundo, a través de la red de fab labs que hay en América, Suráfrica, India, Holanda, Noruega y España. Así, aunque por este diseño se fuera a pagar más, al quitarle exclusividad el precio baja», asegura. «Estos laboratorios de fabricación –prosigue– impulsan la idea de usar internet para fabricar cosas. El ordenador, unido a una máquina láser, permite imprimir por ejemplo una silla con una máquina de cortar madera, y luego la ensamblaremos». El prototipo reduce en un 25 por ciento el gasto energético sólo con técnicas pasivas que permiten mejorar el aislamiento de la vivienda. La casa, con estructura de madera, tiene una forma redondeada que permite contar con el máximo volumen con un mínimo de ocupación exterior. Además, al estar levantada del suelo gracias a sus tres patas, permite tener una zona verde debajo o una vivienda. En cuanto a su consumo, quieren instalar una batería de un kilovatio para almacenar la energía eléctrica de los paneles solares. El único «pero» aparentemente de esta vivienda es que no es modular. Sin embargo, según Guallart, «lo de hacer cubos es del siglo XX, no del XXI. Hoy se pueden hacer casas grandes con un buen diseño e imprimirlas y acabarlas como queramos».

Clima finlandés como españolEl prototipo de la Universidad de Helsinki (Finlandia) aúna sencillez y sensación de confort sólo con mirar la maqueta. Construida con madera la vividenda Luukkuhouse de 42 m2 está adaptada tanto al clima finlandés como al español, gracias a un elevado nivel de aislamiento que permite conservar el calor durante los meses de invierno en Finlandia, como evitar que salga el frío en verano en España, apoyado también con elementos de sombreado que reducen la radiación. El empleo de madera es, para el equipo de Helsinki, «un punto de ventaja en esta competición, ya que reduce la huella de carbono». «La madera como material de construcción –prosiguen las mismas fuentes– tiene un alto rendimiento. El sistema estructural de la casa posee un elevado nivel de hermeticidad al aire que, junto con el aislamiento de celulosa natural, consigue un gran aislamiento térmico. Además, nuestras innovaciones en tecnología de la madera ayudan a regular la humedad y el calor, lo que reduce el consumo de energía». Para lograr que sea cien por cien autosuficiente energéticamente, además de electrodomésticos de bajo consumo y sistemas pasivos, la vivienda cuenta con paneles solares con un nivel de eficiencia del 18 por ciento, instalados en el techo. Por cierto, recogerán tanto las aguas grises como el agua de lluvia y para calentar el agua usarán colectores solares. Y éstos son sólo tres ejemplos de lo que se podrá ver en 2010 en la Villa Solar, junto al Manzanares.