Nueva York
Enrique el héroe de Getafe
El mosso d´esquadra que evitó un robo relata su historia / Recibe una mención de honor del Ayuntamiento
Enrique Ortuño, ex Guardia Civil con un año de experiencia en los Mossos D´esquadra, trabaja en Hospitalet de Llobregat (300.000 habitantes, zona de alta delincuencia), tiene 38 años y mucha experiencia en eso de ser héroe en territorio ajeno. El martes frustró un intentó de asalto en el centro comercial Nassica, en Getafe. Pero es que el 20 de Junio de 2008 ya protagonizó otra hazaña atípica, en Manhattan. Entonces estaba de vacaciones con su hermano y ambos detuvieron a la carrera a un ladrón que huía. «Después de un rato corriendo, recuerdo que me di el gustazo de gritarle cuatro o cinco veces ‘Alto a la Guardia Civil' –recuerda– y al final lo cogimos». Recibió los parabienes de la Policía de Nueva York, igual que ayer fue felicitado por la Policía de Madrid. Al fin y al cabo se había jugado la vida cuando podría haber permanecido al margen.«Luego lo piensas y te das cuenta del peligro y empiezas a ser consciente, pero cuando sucede es automático, tu no puedes quedarte ahí parado mientras se comete un delito en tu propia cara», comenta. «Estaba con mi mujer, el último día libre, y habíamos ido a comprar unas cosas al centro comercial. Estaba en el parking y vi como un coche de gran cilindrada paraba cerca del mío y dos tipos se bajaban y empezaban a intentar forzar la trasera de una furgoneta». Era, como él dice, «blanco y en botella», así que actuó: «Me bajé, y les di el alto. Uno de ellos hizo ademán de coger una pistola del coche, pero yo tenía mi arma y lo encañoné; otro, desde dentro del vehículo, sí que sacó una pistola y me apuntó. Nos quedamos así unos momentos».«Todo esto pasa en décimas de segundo –dice– hubiera estado justificado que disparase, pero en esos momentos decides rapidísimo y yo decidí esperar y abrir fuego sólo si ellos lo hacían». «Pensé que tenía ventaja por mi posición –cuenta– y había bastante gente pasando por la zona y mi mujer estaba a pocos metros». Finalmente huyeron en el coche. En el entorno del agente todos están «encantados», incluso su familia: «Están orgullosos, claro, aunque siempre te comentan que no busques peligros innecesarios». Del aspecto de los individuos no puede hablar con exactitud ya que «en ese momento estás a otra cosa, no a mirarles las caras», pero «alguno era rubio» y su acento español era perfecto, con lo que se inclina por pensar que pudiesen ser argentinos o de Europa del Este. Ayer volvía a su trabajo con una condecoración del Ayuntamiento de Getafe y la seguridad para sus mandos de que tienen en servicio a alguien que cumple. Hasta de vacaciones.
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