«Estar aquí es duro se requiere gente resistente»

«Qué cambiante es el tiempo en Santander», me saluda afable, ataviado con un sencillo polo rosa. Él lo conoce bien: director artístico del Encuentro de Música y Academia de Santander desde su II edición, este húngaro afincado en Francia estudió violín, composición y dirección. Con una larga carrera a sus espaldas, que incluye diversos premios internacionales de interpretación y varios discos, Peter Csaba ha sido elegido miembro de la Royal Swedish Academy por su promoción de la música a nivel mundial. A pesar de todo, no siente vértigo.

-¿Qué representa para usted este Encuentro?

-Es una idea que ya tenía en mente y que materialicé con la creación del festival sueco Euro Musica. Es como el de Santander, pero a menor escala, con los diez mejores músicos de Europa y tres grandes maestros, incluyéndome a mí [ríe]. Después nació el español, en 2001. La escena actual exige músicos multilaterales y completos, que sean tan buenos solistas como de cámara, al contrario que hace una década, cuando bastaba que se prepararan para sus conciertos. Este Encuentro forma músicos para el futuro, permite a gente con talento subirse a un escenario y conocer a otros artistas.

-¿Cómo fue el proceso de selección de los estudiantes?

-Los profesores me hicieron propuestas de entre sus alumnos y yo llevé a cabo multitud de audiciones en las diferentes instituciones con las que tenemos cooperaciones estables. Hice mi selección de entre 350 finalistas.

-¿Qué cualidades buscó en los alumnos seleccionados?

-Lo que te comentaba del músico global. Vienen a aprender, pero exigimos un mínimo de calidad. Los escogí según cómo tocaban tras audiciones de quince minutos y después reservaba otros cinco para charlar con ellos. Eso me ayudaba a hacerme una idea de cómo son para reducir el número de personas. Requerimos gente profesional y resistente, es duro estar aquí con tantos ensayos, pocas horas de sueño y profesores exigentes. Necesitan experiencia, entusiasmo y que hayan hecho música de cámara. Además, su rol es esencial, una orquesta es cómo un gran puzzle a completar. Procuro no traer a estrellas para evitar problemas y no romper la atmósfera. Algunos repiten, como Adrien Boisseau, que sólo tiene 18 años, ¿puedes creerlo?

-¿Por qué cuentan con alumnos de ediciones anteriores?

-Lo hacemos a propósito para que ayuden a los nuevos. Muchos salen de sus países por primera vez y llegan aquí aterrorizados y sin saber español. Además, siempre hay imprevistos, quienes rechazan la oportunidad porque les surgió otra cosa.

-Ha hecho muchas propuestas destinadas a los jóvenes.

-Sí, porque nadie me ayudó a mí cuando comencé. También en Finlandia creé una Orquesta para el Festival de Kuhmo. Siempre tengo proyectos con ellos.

-¿Cómo describiría lo que siente al interpretar?

La música debe hablar. En muchas críticas se alabó mi forma de tocar, pero para mí es totalmente natural. Se tienen dificultades técnicas al tocar, pero el instrumento no es más que el medio con el que te expresas.