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ETA y Al Qaida hacen de España la gran víctima del terrorismo en Europa

La Razón
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BRUSELAS- La amenaza del terrorismo islamista y la violencia de los pistoleros nacionalistas han situado a España como el teatro más destacado de las actividades violentas en Europa. Nuestro país presentó el mayor registro de este tipo de ataques, hasta 263, incluyendo aquellos que se evitaron y las actividades de «kale borroka».La agencia de coordinación policial, Europol, presentó ayer en el Parlamento Europeo su informe sobre terrorismo de 2008, que compila la información enviada desde los Estados miembros. Aunque la agencia sólo cuenta con datos de siete países respecto a los ataques, nuestro territorio también fue uno de los principales escenarios de detenciones, señal del nivel de actividad de estos grupos, sólo superado por Francia. El pasado año, dentro de nuestras fronteras, fueron detenidas 129 personas relacionadas con las redes separatistas, principalmente ETA, frente a los 283 que fueron apresados en Francia. En total, 1.009 individuos fueron capturados por su pertenencia a bandas armadas. No obstante, España fue el país que llevó a un mayor número de terroristas ante los jueces (141), seguido de Francia (75), dado el origen etarra de gran parte de los casos.A pesar de que el terrorismo de inspiración nacionalista se mantiene como el principal peligro en Europa, las células islamistas son «una amenaza mucho mayor», según destacó el subdirector de Europol, el español Mariano Simancas, que presentó el trabajo ante los eurodiputados. No obstante, recordó que ETA continúa como «una amenaza seria».«No existe comparación», recalcó, entre los asesinos de viejo cuño enraizados en un territorio y los que llegan para atentar a Europa, ya que su poder «destructivo» y su deslocalización los convierten en un fenómeno más demoledor.El subdirector se mostró esperanzado con una bajada de los ataques siempre que el Despacho Oval y otros países tomen medidas que vacíen de argumentos a los radicales. Para el español, la colaboración internacional resulta «decisiva» para combatir un fenómeno «trasnacional».