Reino Unido
Alemania acepta el plan de Magna para salvar Opel
El Gobierno alemán culminó hoy un acuerdo con el fabricantecanadiense de recambios Magna, General Motors (GM) y otros ejecutivoseuropeos para salvar a Opel de la inminente bancarrota de su matrizestadounidense, según adelantó ya de madrugada el ministro de Finanzas germano, Peer Steinbrueck. En declaraciones a los periodistas a su salida de las oficinas dela canciller Angela Merkel y tras seis horas de encuentro, Steinbrueck confirmó que "se ha alcanzado un acuerdo". Este pacto incluye, entre otros aspectos, un valor estimado de Opel de 1.500 millones de euros, así como una solución de fideicomiso que protege a Opel de los acreedores en caso de bancarrota de GM. No obstante, aún quedan flecos por cerrar. El director de MagnaInternacional, Siegfried Wolf, calculó en "unas cinco semanas"el tiempo necesario para celebrar "la firma oficial"del contrato. Necesita el visto bueno de las cuatro regiones alemanas que cuentan en su territorio con plantas de Opel, si bien ya cuenta entre otros apoyos con el del Tesoro estadounidense, según Steinbrueck. Por su parte, el ministro de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg,reiteró sus reservas respecto a los riesgos de esta operación derescate, pero reconoció que el peligro sería mayor para la empresa automotriz en caso de quiebra. Tanto Magna como Opel han presentado su plan a las autoridades alemanas y norteamericanas para lograr una financiación de emergencia que permitirá a la compañía europeasobrevivir al menos durante los próximos meses. El responsable de GM en Europa, Carl Peter Forster, anticipó queel logro de un acuerdo representa "el comienzo de un nuevo futuro para Opel, para los trabajadores, la compañía y la marca". En declaraciones a los periodistas matizó que queda por delante la elaboración de la letra pequeña del contrato, algo que se le antoja igualmente duro. Magna, que se quedó como único comprador tras la retirada de Fiat,pretende servirse de Opel para entrar en los mercados rusos y de laEuropa del este. La compañía canadiense cuenta con 70.000 empleadosdistribuidos en 25 países.
Merkel dice que el acuerdo es una oportunidad merecida La canciller alemana, Angela Merkel, celebró hoy el acuerdo entre el fabricante de componentes austríaco-canadiense Magna y el grupo automovilístico General Motors (GM) para la adquisición de Opel y asegura que supone una oportunidad que la plantilla "se ha merecido". "El acuerdo ofrece una perspectiva para el futuro de Opel y supone una oportunidad que se han merecido los trabajadores, sobre todo, habida cuenta de que no son responsables de una situación que se deriva de la mala gestión de General Motors en Estados Unidos", dijo Merkel. La canciller aseguró que las negociaciones de las últimas semanas, que culminaron esta semana con dos sesiones nocturnas en la Cancillería, fueron arduas y han constituido una prueba para la relación transatlántica. Merkel dijo que ayer habló por teléfono con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y que ambos acordaron poner todo de su parte para llevar a buen término las negociaciones. También dejó claro que para ella no se planteaba la opción de una insolvencia de Opel, como hubiera preferido su ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, quien, incluso a posteriori afirmó haber apostado por esta solución habida cuenta de los altos riesgos que entraña la operación para el contribuyente. "Yo he llegado a una apreciación distinta que el ministro y creo que podemos asumir los riesgos, pero hay que decir también que el papel de un ministro de Economía es poner el dedo en la llaga y advertir de los riesgos", dijo la canciller. El dramatismo de las negociaciones entre General Motors, Magna, el Gobierno alemán y el estadounidense incluyó, según la prensa alemana, la amenaza de Guttenebrg de dimitir si no se imponía su opción. Sin embargo, al término de la noche, el ministro compareció ante los medios asegurando que, pese a haber favorecido otra opción, entendía los buenos argumentos de sus colegas del gabinete y los apoyaba. Merkel aseguró que en los últimos días ha habido un intenso contacto entre el gobierno alemán y los de los otros países con plantas de Opel, especialmente entre Guttenberg y los ministros de Industria del Reino Unido, Peter Mandelson, y de España, Miguel Sebastián. El acuerdo alcanzado entre GM y Magna abre la vía a que el Estado y los "Länder"alemanes habiliten créditos por valor de 1.500 millones de euros que permitirán evitar que Opel sea arrastrado por la inminente suspensión de pagos de la casa matriz General Motors.
Las plantas europeas de Opel tienen garantizada por ahora su supervivenciaLas plantas de Opel en Europa tienen de momento garantizada su supervivencia, gracias al acuerdo alcanzado entre la casa Matriz General Motors y el fabricante de componentes austríaco-canadiense Magna, con la ayuda económica del Estado alemán, que no podrá impedir un profundo recorte de plantilla. "El acuerdo ofrece una perspectiva para el futuro de Opel y supone una oportunidad que se han merecido los trabajadores, sobre todo habida cuenta de que no son responsables de una situación que se deriva de la mala gestión de General Motors en Estados", dijo hoy la canciller Angela Merkel. Con ello comentó los resultados de una larga y complicada negociación que tan sólo en esta semana vivió dos sesiones nocturnas y de la que el ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, dijo no sentirse entusiasmado. Guttenberg confesó haber cedido a la opinión mayoritaria de sus colegas del gabinete y que él hubiera optado por la insolvencia de Opel. El plan de supervivencia de Opel contempla una inyección de liquidez inmediata por parte de Magna de 300 millones de euros, reclamación que la casa matriz General Motors planteó a última hora y que hizo tambalear el acuerdo en su conjunto. El Estado y los cuatro "Länder"alemanes con plantas de Opel habilitarán créditos por un total de 1.500 millones, repartidos a partes iguales y concedidos a través de bancos públicos. Mientras continúan las negociaciones entre Magna y General Motors para llevar a buen puerto lo que hasta ahora sólo es un preacuerdo (memorándum of understanding) se creará una entidad fiduciaria encargada de administrar el negocio europeo de GM. Con este modelo jurídico se ha logrado evitar que la inminente suspensión de pagos de la casa matriz arrastrara a las filiales europeas. En un principio está previsto que esta entidad, formada por cinco personas -dos en representación del acreedor (Estado alemán), dos de la parte estadounidense y una neutral- opere como mucho seis meses, plazo por el que se han concedido los créditos. Sin embargo, fuentes gubernamentales subrayaron que, en caso de que no haya un acuerdo definitivo hasta entonces, la entidad seguirá operativa hasta 2014, lo que garantiza hasta entonces la supervivencia de Opel. En principio, el Gobierno cuenta con que en junio GM y Magna lleguen a la rúbrica del contrato y que hasta septiembre logren cerrar el acuerdo. En el preacuerdo se ha conseguido solucionar toda una serie de aspectos complejos, como el traspaso de la propiedad intelectual y el correspondiente pago de los derechos o la estructura de capital. En los próximos meses continuarán, sin embargo, las negociaciones sobre otros aspectos fundamentales como el futuro de la plantilla. El copresidente de la compañía, Siegfried Wolf, informó de que en las próximas semanas "habrá conversaciones en todos los estados federados con plantas". "Confiamos en lograr soluciones que nos permitirán salvar el máximo número posible de empleos", dijo Wolf, quien, sin embargo, no se pronunció sobre los planes de Magna para el resto de Europa. En principio, el plan de esta compañía contempla el desmantelamiento de unos 11.000 empleos en todas las plantas europeas, de los que 2.600 recaerían sobre Alemania. El Gobierno alemán dejó hoy claro que no ha habido ningún tipo de compromiso concreto respecto a este tema, entre otras cosas, porque los reglamentos europeos no lo permiten. Merkel subrayó que en las últimas semanas ha habido un intenso contacto entre el Gobierno alemán y los restantes países afectados, especialmente entre Guttenberg, y su colegas del Reino Unido, Peter Madelson, y de España, Miguel Sebastián. Con ello aludió a las críticas de algunos socios europeos con plantas que temían que el protagonismo alemán pudiera ir en detrimento de las plantillas de otros países. Magna, con 70.000 empleados en 25 países, cuenta con la ayuda del consorcio ruso GAZ, que produce desde turismos y camiones hasta vehículos blindados. El plan de compra prevé adquirir el 20 por ciento de Opel, que junto al 35 por ciento de sus socios rusos sumaría el 55 por ciento. General Motors mantendría otro 35 por ciento y el restante diez por ciento quedaría en manos de la plantilla.
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