Conciertos

Flamenco sin prejuicios ni fronteras

«Coplas del querer» es el título del octavo disco de este catalán con sangre andaluza, una visión personal a través de sus coplas favoritas.Dónde: Teatro Häagen- Dazs, Madrid. Cuándo: 2 de junio, 21 horas. Cuánto: 22 euros.

Poveda presentará el martes en Madrid el espectáculo «Sin fronteras»
Poveda presentará el martes en Madrid el espectáculo «Sin fronteras»larazon

Conserva la cara de adolescente que no es capaz de creerse sus buenas notas, a pesar de que el público, la crítica y diversas personalidades le han coronado como una de las mejores voces del flamenco actual. Pedro Almodóvar escribe en la solapa interior de su nuevo CD, «Las coplas del querer», que sale a la venta el martes y con el que homenajea al género que escuchaba en la radio de su madre: «Miguel tiene lo mejor de Caracol, Rafael Farina, Mairena y Bambino mezclado con algo personal que sólo le pertenece a él. Ecléctico, superdotado y lleno de curiosidad, a la voz exquisita de Miguel le caben todos los estilos».

-En esta selección de 18 coplas queda claro que hay mucho más repertorio del que se escucha habitualmente.

-Tampoco lo he hecho con esa intención, sino que estas son las coplas que escuchaba de pequeño y que me eran más afines. También es verdad que las más conocidas tienen tantas versiones que resultaba difícil hacer algo nuevo.

-Pero lo logra, por ejemplo, en esa versión de «Rocío».

-Eso es cosa de Joan Albert Amargós que ha dado un lectura especial a todo el material: sigue siendo copla, pero suena flamenco, con un toque jazzístico, de música de cámara…

-Plácido Domingo sostiene que las coplas son minióperas de tres minutos, ¿está de acuerdo?

-Yo digo que también son películas porque tienen una presentación, nudo y desenlace, pero es un placer interpretarlas. Ha sido el disco que más he trabajado, porque eran muchos temas, pero también el que más he disfrutado.

-Frente a las letras populares del flamenco, aquí hay canciones muy elaboradas, como «Ni un padre nuestro».

-Rafael de León era un poeta excelente, muy lorquiano. Esta canción es de un poema de amor suyo mucho más largo, que luego grabaron Juanita Reina y Bambino. Tiene letras espectaculares como «El último minuto», «La ciega», «Te lo juro yo»…

-Se dice que estamos en un gran momento del flamenco con una avalancha de festivales y nuevos intérpretes, ¿cómo ve la situación de la copla?

-El flamenco le lleva mucha ventaja porque es un género más grande y antiguo, que además cuenta con la expresión del baile y de la guitarra. Por suerte, ha ido evolucionando y se ha convertido en una música universal, mientras la copla siempre ha sido más minoritaria y asociada al régimen franquista, con connotaciones horteras. Ha llegado un momento en que hemos vuelto la vista atrás y nos hemos dado cuenta de la riqueza cultural que genera más allá del estereotipo.

-Ha cantado jazz, tango y ahora copla, ¿cómo se lleva con los puristas del flamenco?

-Ni yo voy a sus cumpleaños ni ellos vienen a los míos, pero no puedo quejarme porque no me han faltado nunca al respeto.

-Sostiene que Isabel Pantoja, con quien colaboró, es la intérprete que más ha hecho por la copla en los últimos años.

-Llama la atención que una muchacha con 18 años en plenos 70 reivindicara a León y Quiroga, cuando llegaban los Beatles y el rock anglosajón, que en los 90 volviera a llevar el género al cine. Martirio ha hecho una labor muy distinta: ha dignificado mucho el género porque se ha rodeado de músicos muy importantes. Aunque mis referencias en la copla han sido cantaores que cantaron copla como La Paquera de Jérez, Manolo Caracol, Valderrama, Farina, Bambino…

-Primero fue Bigas Luna en «La teta y la luna», luego Carlos Saura en «Fados» y ahora Almodóvar en «Los abrazos rotos», ¿el cine le busca. o al revés?

-Tuve una experiencia de actor en la primera, pero el resto han sido musicales. Me gusta porque soy «fan» del cine europeo y español.

-¿Cómo es el espectáculo que se verá el martes en Madrid?

-Es un homenaje a Jerez que a mí no me ha puesto fronteras a pesar de ser catalán, payo y sin familia de artistas. Cada vez que lo hacemos ocurren cosas distintas porque sólo están previstas un par de canciones.