F. C. Barcelona
Forlán héroe de la remontada
Los partidos del Atlético son difíciles de explicar. Y el de anoche es uno más de los que entran en los anales de la historia rojiblanca. En el descanso los rojiblancos perdían dos cero, Perea se había ido a los vestuarios (min. 32) y el tren europeo se alejaba del Calderón con la misma velocidad con la que se van, a veces, las ilusiones de los aficionados madrileños. En el minuto 93, el colegiado había concedido cinco de prolongación, Forlán no desprovechó el perfecto pase de Simão y batió a Kameni. Y el Calderón estalló y el Atlético volvió a subirse al tren y el domingo espera una final contra el Valencia, con la Liga de Campeones en juego. Forlán, el dueño de la noche y del partido, se quitó la camiseta, enseñó sus abdominales, esos que gustan tanto a jovencitas y maduritas, y se volvió medio loco. Él había sido el que más empeño puso para que el Atlético no se hundiera, sacara la cabeza y remontara un partido que lo tuvo perdido hasta el minuto 60, cuando Agüero empató tras disparo flojo de Pernía.La primera parte se escribió en blanquiazul. Los renglones del Espanyol eran derechos, bien escritos por De la Peña y con colaboradores eficaces como Nené, Sergio Sánchez y Luis García. Y cuando el Atlético se quedó con diez, Pablo sustituyó a Maxi y llegaron los tantos de Nené, tras el inocente penalti de Pernía a Iván Alonso, y el de Jarque, tras una absurda falta de Ujfalusi, los atléticos temieron lo peor porque el mando era de los de Pochettino y, además, el colegiado no apreció penalti sobre Agüero en la última jugada del primer tiempo.Y del negro al blanco, del rosa al amarillo pasaron los rojiblancos en cuarenta y cinco minutos. A ello contribuyó el Espanyol. El equipo catalán ya no fue tan vivo, ya no buscó la portería de Leo Franco y dejó que el Atlético tomara la iniciativa. Y sin bordarlo, porque con Assunçao y Raúl García es imposible dar una puntada decorosa, a base de acciones individuales, con Forlán de abanderado y Agüero y Simão de lugartenientes, se produjo la remontada. El uruguayo aprovechó un pase del «Kun» para marcar desde fuera del área. Luego fue Agüero el que hizo el empate. El sueño era posible porque el rival era conformista, pero al Atlético le faltaba oxígeno para concretar su dominio y sus ganas. Corría el riesgo de ser cazado a la contra y así fue, pero Iván Alonso perdonó ante Leo Franco y se entró en la prologación con la gente sujeta a la silla, pensando que en otra acción aislada podría llegar el milagro.Dicho y hecho. Un balón de Simão, un pie de Forlán, una salida tardía de Kameni y un gol para demostrar que lo del Atlético va más allá de la lógica futbolística y pertenece casi a lo paranormal, con permiso de Iker Jiménez. Y así ganó el Atlético, así remontó un partido en donde estuvo en la lona, pero se salvó del «KO». Gracias a Forlán, que pegó más que y obró el milagro en el Calderón.
Más cerca del PichichiSólo un gol separa a Forlán de Samuel Etoo. Un tanto que lo separa del Pichichi y, más que probablemente, de la Bota de Oro. Como en 2005, su primera temporada en España, el uruguayo ha acelerado el ritmo hacia la consecución del título de máximo goleador. Es una de sus obsesiones y está camino de convertirse en realidad. Aquel año superó a Etoo en la última jornada con los tres goles que consiguió en la victoria del Villarreal en el Camp Nou. Se llevó el Pichichi y la Bota de Oro. Lo mismo que espera para este año. Con los dos de ayer ya lleva 27 goles y ha batido su récord goleador, que estaba en los 25 de 2005. Y su ritmo en las últimas jornadas es muy superior al del camerunés. En los últimos 14 partidos de Liga ha marcado 15 goles.
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