Athletic de Bilbao
Forlán se corona en La Catedral
San Mamés no es un campo cómodo para jugar por mucho que el equipo de Caparrós no se parezca al Athletic de hace años y sus virtudes futbolísticas estén más unidas a la garra y a la fuerza que a la calidad. Razones para que el Atlético no se encontrase a gusto, jugase al borde del precipicio y fuese superado por los bilbaínos hasta que apareció Diego Forlán para coronarse en La Catedral con tres goles, uno de ellos de penalti inexistente. La pegada de los de Abel Resino se impuso en un partido en el que los madrileños lograron su objetivo.Y la puesta en escena de los de Abel, con la novedad de Pablo para vigilar los movimientos y los saltos de Fernando Llorente, no tuvo quizá la intensidad esperada. Porque el Athletic estuvo mucho tiempo cerca de Leo Franco y, aunque no creó excesivo peligro en las faltas laterales que lanzó, creó peligro e incertidumbre en una zaga en la que a Hetinga se le hacía muy cuesta arriba el lateral derecho y en la que la presencia de Toquero, más corazón que calidad, descolocaba a Ujfalusi y a Pernía.Repartía el Atlético momentos buenos, de control y toque para alejar el balón de su área, con otros en los que la pelota duraba poco y los pases encontraban al rival antes que al compañero. Cuando Agüero recibió dos centros en condiciones hubo peligro y casi gol. En la primera (min. 25), el centro de Forlán, tras una excelente jugada, se fue por poco; lo mismo que el cabezazo a centro de Pernía (min. 32). No llegaba el gol para los de Abel, que se refugiaban en su campo con miedo.En el descanso, el empate era bueno porque perdía el Valencia en Villarreal, pero era un riesgo seguir con la misma predisposición por si Toquero, Susaeta o Llorente se plantaban solos ante Leo Franco. La tuvo Fernando y la evitó el argentino después de un error en el centro del campo. Faltaba personalidad, carácter y ambición a un Atlético que no se soltaba, que perdía la pelota y que permitía a Llorente hacer de las suyas. Menos mal que estaba Leo Franco inspirado y fallón el delantero navarro porque el Atlético se dejaba golpear y en una de éstas podía irse a la lona.Ocurrió lo contrario. Un centro de Pernía lo puso Raúl García en la red desde el borde del área. Mucho premio para los méritos, pero lo neutralizó Etxeita en un córner mal defendido. ¿Miedo, nervios en el Atlético?Sí. Hubo zozobra hasta que Forlán, como siempre Forlán, enganchó un balón por el que peleó Agüero, para marcar y devolver la tranquilidad a un Atlético, que se agarró a su estrella para seguir en «Champions». El uruguayo hizo el tercero en nueva jugada con el «Kun» y remató la faena con un penalti inexistente. Fue su gran noche. La de su coronación en San Mamés, uno de los templos del fútbol español.
✕
Accede a tu cuenta para comentar