Gimeno Mora estará sin torear dos meses y medio

Tras la cornada que sufrió Miguel Abellán el pasado 9 de mayo, ahora le ha tocado al banderillero Gimeno Mora, de la cuadrilla del novillero Miguel Tendero. El torero fue volteado y corneado de forma muy aparatosa por el segundo utrero de Montealto cuando se disponía a colocar el primer par de banderillas por el pitón izquierdo.Cuando el banderillero llegó a la enfermería, fue atendido de «una cornada en el tercio medio de la cara posterior del muslo izquierdo con dos trayectorias: una descendente de 20 centímetros y otra ascendente de 15 centímetros que provoca destrozos en el músculo cuádriceps. Puntazo en la región suprapúbica, contusiones varias y fractura de la clavícula derecha. Pronóstico grave». Pese a la aparatosidad del percance, el doctor Máximo García Padrós, cirujano de la plaza de Las Ventas, pensó: «Pudo haber sido mucho peor, ya que la voltereta fue espectacular y le dio por todos lados: le pasó por encima de la cabeza, le dio un puntazo corrido en el abdomen, otro en las costillas... O sea, que dentro de lo que cabe ha tenido mucha suerte». Durante la intervención, Juan José Gimeno Mora «estuvo consciente, aunque un poco agobiado puesto que, en cuestión de segundos, se le había venido un ciclón encima y uno nunca termina de estar preparado para estas cosas. Sólo decía que qué mala suerte había tenido», asegura el cirujano de Las Ventas.Aunque fue una cornada grave, lo que más preocupa a Gimeno Mora es la fractura de clavícula: «Hasta que no esté como debe estar va a ser muy complicado, sólo con lo de la clavícula ya tiene para cuarenta días; más la rehabilitación, puede estar parado dos meses y medio largos fácilmente», afirma Máximo García Padrós. Tras la monumental paliza, el banderillero, según palabras del doctor, «ha pasado una noche muy molesta. Decía que le dolía hasta el pasaporte». Ahora le espera al subalterno un largo periodo de recuperación, que será crucial para que este hombre de plata pueda volver a desempeñar sus funciones en los ruedos con la eficacia a la que tiene acostumbrados a los aficionados.