González se compara con Zapatero: «Soy un optimista escarmentado»

Madrid- De un «optimista antropológico» (Zapatero) a un «optimista escarmentado», como se definió ayer el ex presidente Felipe González, media un paso: la visión de cada uno sobre la crisis. González dio ayer un repaso a los que piensan que la crisis financiera se resolverá sola y también a los gobiernos, como el español, a los que «les ha pillado distraídos» al pensar que «era un problema de otros», por lo que se ha generado «estupor y desconcierto». El ex presidente tiene claro cómo hacer frente a la crisis: encararla «con el mayor realismo y la mayor sinceridad posible, ni exagerarla ni ocultarla». González fue ponente, ayer en Casa de América, en la celebración de los Bicentenarios de las Independencias Iberoamericanas como embajador extraordinario y plenipotenciario. Un cargo que, según bromeó, le cuesta que quepa en las tarjetas de visita. González criticó a los que «tocan los tambores» anunciando que lo peor de la crisis ya ha pasado, algo que cree que también dirá el G-8 en su próxima reunión. Y su confianza en este organismo es muy poca. Tanto es así que aseguró que «en los últimos veinte años no he visto que hayan acertado nunca». En su opinión, «la recesión económica es de todos y para todos», y alertó de que la «crisis es el parteaguas de la historia, lo que fue ya no va a ser de la misma manera y esto definirá la nueva sociedad». Por estos motivos recalcó que, ante esta situación, «la respuesta no puede ser banal ni oportunista».