Granjas más ecológicas

Mejorar la calidad de los alimentos y contribuir a preservar el medio ambiente, a la vez que se aumenta la rentabilidad de los productores ganaderos. Ése es el objetivo de Farm Biocontrol, un proyecto basado en la biotecnología que «logra un doble beneficio, tanto para las explotaciones ganaderas como para el medio ambiente», tal y como explica Tomás Mena, promotor de la iniciativa que busca hallar productos naturales y no dañinos con el entorno.El proyecto consta de cuatro fases. «La primera de ellas consiste en identificar la contaminación microbiológica presente en la explotación ganadera -ya sea de aves, de porcinos, de peces, etcétera- y desarrollar procesos y productos específicos para controlar dicha polución en todos los puntos críticos de la misma. En este sentido, los piensos, el agua y sus depósitos, el perímetro y la superficie de la granja son las zonas más críticas a estudiar», aclara Mena.Partiendo de la investigación realizada, en una segunda fase se desarrollan productos naturales de desinfección e higiene. «En la tercera, por su parte, el proceso se orienta a la consecución de técnicas naturales para el control de las posibles enfermedades, mientras que, por último, investigamos y desarrollamos estrategias para la disminución de emisión de gases de efecto invernadero procedente de residuos orgánicos ganaderos», concreta Mena.DESDE EL LABORATORIOLa investigación es la base del proyecto Farm Biocontrol. Así, en el laboratorio se trabaja con el objetivo de hallar productos naturales y no dañinos con el entorno para el tratamiento de las aguas de bebida de los animales, el control de sus enfermedades y la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.De hecho, los objetivos principales del proyecto Farm Biocontrol son la mejora en la calidad de los alimentos que llegan a manos del consumidor, además de la preservación del medio ambiente. «Con nuestro trabajo de investigación queremos, en primer lugar, reducir la incidencia de las patologías en porcinos, aves y peces; es decir, menor mortandad en la producción, lo que significa una mayor rentabilidad para el productor ganadero. En segundo lugar, conseguir un uso más reducido de fármacos y químicos en animales destinados a consumo humano, lo que se traduce, por tanto, en la disminución de estas sustancias en la cadena alimenticia y, por supuesto, en un menor coste para el productor», relata Mena. Como tercer objetivo, el proyecto pretende disminuir el aporte de residuos farmacológicos y químicos al medio ambiente, en especial los relacionados con las aguas.Éste es el presente de un proyecto que se encuentra en la fase final, la de las patentes. En el horizonte se sitúan las perspectivas que se traducen, según afirma su promotor, en «posicionar a Farm Biocontrol como referencia en el control de calidad en explotaciones ganaderas, independientemente del tipo de ganadería a la que se dediquen éstas».A esto se añade el compromiso de garantía en lo relacionado con la trazabilidad alimentaria y referente en la fabricación y comercialización de productos naturales para higiene y bioseguridad de desarrollo propio. El reto, que ya se marcó desde el inicio de la actividad - en marzo de 2007-, se ha cumplido en tiempo y forma», puntualiza Mena.