«Ha sido la cornada más fuerte de toda mi vida la más dura»

madrid- Cinco meses después de una fuerte cornada recibida en la plaza madrileña de Cenicientos, el diestro de Utrera Luis Vilches ya está recuperado y con ganas de ponerse delante de la cara del toro en un año difícil, pero que afronta con mucha ilusión.

-¿Cómo se encuentra?

-Ya bien, estoy prácticamente recuperado del todo y he toreado en el campo poco a poco algunos tentaderos. A los cuatro meses exactos de la cornada me puse a entrenar y la verdad es que las sensaciones eran raras, pues llevaba todo ese tiempo sin entrenar, ni tan siquiera de salón.

- ¿Se le hizo largo ese tiempo?

-Muchísimo, sabía que duraría bastante, porque la cornada era muy fuerte y en la recuperación tenía que fortalecer el músculo de la pierna. Lo que quería era recuperarme del todo, de manera que luego no se resintiese y me crease problemas. Entre los pitones

- ¿Cómo ocurrió?

-Fue en mi segundo toro, ya al final de la faena, cuando me metí entre los pitones. El toro estaba sometido y yo seguro. Sin embargo, sólo tuvo que alargar el cuello para darme la cornada con tan mala suerte que fue muy certero.

-¿Teme perder el sitio en la cara del toro?

-¡Qué va! Estoy tranquilo, porque de momento en los tentaderos me veo bien. Es cierto que una becerra no es lo mismo que un toro, pero veo que la pierna me responde y eso me da confianza de manera que no creo que acuse el parón. Además, soy consciente de que no será la última.

-Ni tampoco es la primera.

-Claro, es la quinta ya. Las anteriores también fueron gordas,pero ésta es la que más tiempo me ha tenido parado, la más dura.

-¿Perdió muchas tardes tras el percance?

-Lo cierto es que vino en muy mal momento. En esa mitad de agosto y en el mes de septiembre tenía casi todo el grueso de mi temporada: 12 tardes perdí, que me hacían mucha falta.

-Al margen de este incidente, ¿qué tal fue el año?

-Hombre, no ha sido el mejor desde luego, toreé cinco tardes antes de la cornada, después rompí con mi apoderado, la recuperación. Ha sido un año un poco raro pero espero que 2009 venga un poquito mejor.

-¿Con qué tarde se quedaría?

-Como decía antes, he toreado poco pero si tuviese que quedarme con un día sería con la tarde de Sevilla. Estuve a buen nivel aunque pinchara.

-En todas sus temporadas Sevilla juega un papel crucial.

- Es la plaza que marca lo que será el devenir del año, Madrid también. Son dos plazas de las que dependo. Me dan aire y fuerza para ir tirando y torear más.

-En estas plazas suele puntuar, pero luego con la espada lo echa a perder. ¿Es su talón de Aquiles?

-Un poco sí. Pero creo que es más cuestión de suerte, por ejemplo, hace un par de años antes de torear en La Maestranza fui a estocada por toro todas las tardes, incluso en Sevilla con mi primer toro de Cebada Gago. En cambio, con el segundo, al que le tenía las orejas cortadas, me harté a pincharlo. Creo que es suerte. Cuestión de suerte

-¿Para cuándo la reaparición?

-Aún no lo sé. Cuanto antes mejor pero no hay pensado ni lugar ni fecha. No sé si será en un festival o de luces, pero cuanto antes sea mejor.

-¿Qué expectativas tiene para este año?

-Poco a poco espero que vayan saliendo cosas, supongo que iré a Sevilla pero la verdad es que no sé nada, todavía no tengo nada cerrado. Después de este calvario ya va tocando lo bueno.